Judía de 102 años recibe su doctorado en Alemania
Su examen oral el mes pasado, que al igual que su tesis original versó sobre la difteria, fue "brillante, y no solo por tratarse de una persona de su edad", dijo Uwe Koch-Gromus, decana de la facultad de medicina.
Los nazis no permitieron a Ingeborg Syllm-Rapoport defender su tesis en 1938 debido a su origen judío. Ahora, 77 años después, habiendo cumplido todos los requisitos, recibió su título de doctora a los 102 años de edad.
La neonatóloga alemana aprobó el mes pasado un examen oral y recibió su diploma el martes en la Universidad de Hamburgo. La universidad dijo que con ello "no se repara la injusticia que sufrió... pero se contribuye a rehabilitar el capítulo más negro de la historia alemana".
Syllm-Rapoport emigró a Estados Unidos en 1938 y trabajó en pediatría antes de trasladarse con su esposo, socialista como ella, a Berlín Oriental en 1952. La madre de cuatro hijos fue la primera jefa de neonatología del Hospital Charite de Berlín.
"Después de casi 80 años, fue posible restaurar la justicia en cierta medida", dijo el director del hospital universitario, Burkhard Goeke. "No podemos deshacer las injusticias cometidas, pero nuestra comprensión del pasado forma nuestra perspectiva para el futuro".
Syllm-Rapoport enfatizó al aceptar el diploma que hizo el esfuerzo de obtener el doctorado a su edad, no por ella sino por todos los que padecieron injusticias bajo el Tercer Reich, dijo la vocera de la universidad, Kerstin Graupner.
Cuando los nazis llegaron al poder en 1933, despojaron gradualmente a los judíos de todos los derechos para luego deportarlos y matarlos en diversos campos distribuidos por Europa.
Cuando Syllm-Rapoport entregó sus tesis de doctorado, su supervisor en esa época, Rudolf Degkwitz, escribió en una carta en 1938 que hubiera aceptado su trabajo sobre la difteria de no existir las leyes raciales nazis, que "hacen imposible aceptar el ingreso de la señorita Syllm al doctorado".
Su examen oral el mes pasado, que al igual que su tesis original versó sobre la difteria, fue "brillante, y no solo por tratarse de una persona de su edad", dijo Uwe Koch-Gromus, decana de la facultad de medicina.
"Nos impresionó su lucidez intelectual y nos dejó atónitos su conocimiento, incluso de la medicina moderna", dijo Koch-Gromus.