Kylie Jenner confiesa por qué se arrepiente de operarse los senos
La socialité rompe el silencio sobre su cirugía mamaria, da detalles técnicos y admite que fue un error impulsivo antes de ser madre.
Kylie Jenner ya no esquiva las preguntas sobre su cuerpo. En un gesto de inusual transparencia, la empresaria de 27 años respondió directamente a una seguidora en TikTok que le pidió detalles específicos sobre su cirugía de aumento de senos. Pero lo que comenzó como una consulta estética se convirtió en una confesión íntima sobre arrepentimiento, presión social y decisiones marcadas por la juventud.
Una fan identificada como Rachel Leary elogió el resultado de la cirugía de Jenner y expresó su deseo de replicarlo: “Tienes exactamente lo que estoy buscando hacerme, en términos de una cirugía de senos. Es el trabajo de senos más perfecto y de aspecto natural que jamás haya visto. Siguen siendo grandes, pero de la manera en que te pusieron los implantes, para mí es la perfección”.
La respuesta de Kylie fue directa, sin rodeos y sorprendentemente técnica. “445 cc, perfil moderado, la mitad bajo el músculo. Silicona”, escribió en los comentarios del video.
Además, reveló que el procedimiento fue realizado por el reconocido cirujano plástico Dr. Garth Fisher en Beverly Hills, concluyendo con: “Espero que esto ayude, jaja”.
Aunque por años había evitado confirmar públicamente sus intervenciones quirúrgicas, en 2023 Kylie se sinceró en un episodio del reality The Kardashians, donde compartió que se realizó el aumento mamario antes del nacimiento de su hija Stormi, fruto de su relación con el rapero Travis Scott.
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“Me hice los senos antes de Stormi, sin pensar que tendría un hijo cuando tenía 20 años. Todavía se estaban curando”, confesó.
Lejos de sonar orgullosa, su tono fue de introspección. Kylie admitió que fue una decisión apresurada, basada más en una búsqueda externa que en una necesidad personal: “Tenía senos hermosos. Simplemente hermosos. Tamaño perfecto, todo perfecto. Y desearía, obviamente, nunca habérmelos hecho desde el principio”.
Esta declaración marcó un quiebre en el discurso tradicional de las celebridades sobre las cirugías estéticas. Jenner reconoció que, si pudiera retroceder el tiempo, habría tomado otro camino: “Desearía poder ser ella (Stormi) y hacerlo todo diferente porque no me tocaría nada”.
Durante años, Kylie había negado los rumores sobre su busto, atribuyendo su apariencia a “efectos del ciclo menstrual” o al uso de sujetadores push-up, como los famosos Bombshell de Victoria’s Secret. Ahora, con la madurez que llega tras haber sido madre y empresaria de éxito, se muestra dispuesta a hablar con más franqueza.
Y no solo sobre su cuerpo, sino también sobre las falsas percepciones que rodean su imagen: “Una de las mayores ideas erróneas sobre mí es que era una niña insegura y me hice tanta cirugía para cambiar toda mi cara, lo cual es falso. Solo me he puesto rellenos. No quiero que eso sea parte de mi historia”.
La fundadora de Kylie Cosmetics insiste en que los cambios han sido mínimos y siempre dentro de sus propios términos, aunque admite que el entorno y la fama influyeron en sus decisiones pasadas.
Jenner también protagonizó otro momento viral tras la última edición de la Met Gala 2025. Luciendo un sofisticado conjunto de Ferragamo diseñado por Maximilian Davis, la influencer experimentó una escena de incomodidad que demostró que hasta el glamour tiene su precio.
Su estilista le recomendó pegarse los pies a los tacones con cinta adhesiva para asegurar la postura y evitar resbalones. El resultado fue un pequeño desastre fashionista: “Max me dijo que me pegara los pies al zapato con cinta”, relató Kylie en Instagram. “¡Y ahora mis pies están atrapados en los zapatos!”
El video mostraba a su equipo intentando liberar sus pies utilizando líquidos especiales, mientras ella gritaba “¡Ay!” desde fuera de cámara. Finalmente, lograron quitarle los tacones tras varios intentos.
El look de la noche, compuesto por un corsé de espiguilla con copas estructuradas, una falda con abertura lateral, stilettos de más de 800 dólares, guantes de tul y joyería de Lorraine Schwartz, generó elogios en redes sociales, pero también recordó que la moda de alta costura no siempre es cómoda.