Repetición: Jelou!
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El integrante de la agrupación, presentó una demanda legal contra las autoridades del condado de Walton, Florida, por no actuar ante la invasión reiterada de desconocidos en su casa de playa. La disputa revive el conflicto legal sobre los límites entre la propiedad privada y el acceso público a las playas, una polémica con larga data en el estado.
El caso fue presentado por la empresa del artista, BLB Beach Hut LLC, que solicita a la justicia la emisión de un mandamus, una orden que obligue a la Oficina del Sheriff del Condado de Walton a intervenir de manera efectiva. La defensa de Littrell argumenta que, a pesar de haber instalado carteles de “prohibido el paso” y delimitado el terreno con mobiliario, los intentos por proteger su propiedad han sido en vano.
“La familia tuvo que contratar seguridad privada porque no recibieron respuesta oficial”, declaró su abogado en entrevistas con medios nacionales como Fox News y AP News.
Según los documentos legales, las autoridades rechazaron intervenir incluso tras reportes reiterados de hostigamiento, dispersión de documentos legales en la playa, daños al mobiliario y situaciones que pusieron en riesgo la seguridad del inmueble.
Las autoridades del sheriff, por su parte, evitaron pronunciarse, alegando que no comentan litigios activos, pero reafirmaron que toda denuncia se maneja bajo “criterios de profesionalismo y servicio a la comunidad”.
La raíz del conflicto se encuentra en una legislación específica: en Florida, toda franja de arena por debajo de la línea de pleamar es de dominio público, lo que garantiza el acceso libre a residentes y turistas. Sin embargo, entre la línea de pleamar y las viviendas, los terrenos suelen ser propiedad privada.
El condado de Walton, donde está ubicada la casa de Littrell, ha aprobado ordenanzas que permiten el uso público de playas privadas cuando hay un historial documentado de acceso. En 2018, una ley estatal exigió que cualquier cambio normativo relacionado debía notificarse a los propietarios. Y aunque esta normativa fue modificada recientemente por el gobernador Ron DeSantis, devolviendo parte del control a los condados, la confusión legal persiste.
“No estamos intentando prohibir el acceso a la playa, solo pedimos que se respeten los límites de nuestra propiedad”, señalaron representantes de Littrell citados por NBC News.
Lo que está en juego no es solo la privacidad de una celebridad, sino el equilibrio entre los derechos individuales de los propietarios costeros y el interés colectivo por acceder libremente al mar.
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En los últimos años, el condado de Walton ha sido epicentro de protestas, litigios y debates sobre esta cuestión. A medida que aumenta el desarrollo inmobiliario en zonas de alto valor, las tensiones se agravan. Muchos propietarios denuncian invasiones constantes, mientras que activistas insisten en la defensa de los derechos públicos.
El expediente legal de Littrell podría sentar un precedente. Organizaciones ciudadanas y residentes tanto a favor como en contra de la regulación están atentos a la resolución judicial.
“Nuestra única intención es disfrutar de nuestro espacio sin conflictos ni confrontaciones, y sin impedir el acceso a lo que la ley define como público”, concluyó el equipo legal de Littrell.
Mientras se espera una decisión del tribunal sobre la petición de mandamus, este caso se suma a la creciente tensión entre privacidad, seguridad y acceso en las costas estadounidenses, con repercusiones que podrían extenderse más allá de Florida.