Repetición: Jelou!
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En una intervención sin filtros a través de X Spaces, la artista de 32 años sacó a la luz lo que califica como una doble traición: abandono paterno y una demanda judicial en la que Offset solicita manutención conyugal y custodia compartida.
“Un año entero, me has dejado con las cuentas de los niños. ¿Quieren saber cuánto cuestan? ¡Empiecen a sumar!”, dijo la intérprete de Bodak Yellow, visiblemente indignada.
Cardi y Offset, cuyo nombre real es Kiari Cephus, comparten tres hijos: Kulture, de 6 años; Wave, de 3; y la más pequeña, Blossom, de apenas 8 meses. La rapera afirmó que, durante el último año, ha sostenido por completo la manutención y estilo de vida de los menores sin recibir un solo dólar de parte de Offset.
Cardi B ofreció cifras concretas para respaldar sus reclamos. “Mis hijos tienen su propio chofer. Los recoge de la escuela, los deja y los lleva a clases de gimnasia y boxeo. El chofer de los niños cobra 10 mil dólares mensuales”, aseguró.
A ello se suman gastos escolares considerables: el colegio de Kulture cuesta 45 mil dólares anuales, y el de Wave asciende a 35 mil. “Tú no pagaste nada de eso este año”, lanzó Cardi directamente a Offset, desmintiendo cualquier aporte por su parte.
La rapera también detalló los costos en personal de cuidado: su prima trabaja como niñera por 3 mil dólares semanales, mientras que la niñera de Blossom cobra 500 dólares por día. Las clases particulares para Kulture y Wave cuestan 250 dólares por hora, cuatro veces por semana, y las sesiones de piano para Kulture alcanzan los 300 dólares cada una.
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“Kiari, ¿te he pedido algo? Deseas con todas tus fuerzas la manutención. Y ojo, esto ni siquiera incluye la comida: mis hijos tienen un chef personal… Yo lo pago porque en mi casa no tenemos tiempo para cocinar”, agregó, dejando claro que la alimentación también recae completamente sobre sus hombros.
La rapera, ganadora del Grammy, también reveló un aspecto alarmante del entorno familiar: amenazas graves contra su hija mayor, Kulture. “Nuestra hija recibía constantemente amenazas, amenazas de violación, amenazas de muerte, así que tengo seguridad las 24 horas frente a mi casa, a la que también pago. Y tú no ayudas en nada de eso”, sostuvo.
Además del abandono económico, Cardi B enfatizó el escaso involucramiento emocional de Offset con los niños. Según sus declaraciones, el rapero ha visto a su hija menor, Blossom, solo cinco veces desde su nacimiento en septiembre de 2024, y no ha visitado a los niños desde marzo.
“He tratado de salvar tu imagen. Dije que puedes ver a mis hijos en mi casa. Quiero que mi hija sienta el amor de su padre. No ha visto a sus hijos desde marzo”, expresó Cardi, haciendo evidente su frustración y desilusión.
Esta confrontación pública ocurre en el marco de un proceso de divorcio iniciado por la rapera el verano pasado, marcando la segunda vez que busca la disolución de su matrimonio tras casi siete años de relación. Aunque ambos han tenido múltiples reconciliaciones mediáticas, esta vez parece no haber espacio para treguas.
La declaración de Cardi B no solo deja al descubierto los pormenores de una separación conflictiva, sino que también reaviva el debate sobre la corresponsabilidad parental en familias de alto perfil mediático. Mientras Offset busca beneficios legales, Cardi B levanta la voz para visibilizar lo que, según ella, ha sido una lucha solitaria por el bienestar de sus hijos.
“Estoy cansada de que se piense que él hace algo. No hace nada. Y aun así me exige”, sentenció. La batalla continúa, pero en el tribunal de la opinión pública, Cardi ya tomó el micrófono.