Así fue que Prince salvó a Eric Clapton del abismo de la depresión

En el universo del rock y la leyenda del blues, hay momentos que definen no solo carreras, sino vidas.

El músico británico Eric Clapton / Foto archivo EFE

Uno de esos momentos ocurrió para Eric Clapton, ícono británico de la guitarra y símbolo viviente del rock clásico, cuando, en plena caída emocional, fue rescatado por la energía inmortal de otro genio: Prince.

Durante los años 80, Clapton vivía una etapa oscura marcada por la adicción al alcohol y las drogas. Aunque seguía de gira, la música ya no significaba para él lo que solía. Su pasión estaba apagada. Pero fue entonces, en un cine canadiense y por simple casualidad, que una película le devolvió el alma: Purple Rain.

“Esta película y su banda sonora fueron como una salvación”, confesó Clapton tiempo después.“Fue una luz en la oscuridad. Me inspiró a seguir adelante y volver a tocar la guitarra, algo que en ese momento parecía imposible”.

La intensidad emocional de Purple Rain, tanto en la historia como en la música, impactó profundamente al británico. Clapton sintió una conexión inmediata con la visión de Prince, su virtuosismo y su libertad creativa. No solo lo admiró como músico, sino como una fuerza vital.

“Prince transformó la manera en que el público percibe el instrumento, dándole un potencial y una expresión que incluso yo no había imaginado”, afirmó Clapton.

Aquel encuentro con la obra de Prince no fue solo una experiencia estética: fue una epifanía. De ese renacimiento interno nació una de las composiciones más emotivas de Clapton, Holy Mother, una súplica personal nacida de su lucha contra la depresión. La canción, teñida de vulnerabilidad y esperanza, lleva el eco de la influencia del músico de Minneapolis.

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Aunque nunca compartieron una relación cercana, la huella que dejó Prince en Clapton fue imborrable. Años después, cuando Prince falleció en 2016, circuló en redes una cita falsa que atribuía a Clapton la frase: “Prince era el mejor guitarrista del mundo”. Aunque él nunca lo dijo así, no fue necesario.

La admiración de Clapton por Prince fue siempre explícita y sincera. Para él, Prince representó todo lo que una guitarra podía llegar a ser cuando se dejaba en manos de un verdadero artista. Su creatividad ilimitada, su capacidad para cruzar géneros sin pedir permiso, y su forma de habitar el escenario, lo convirtieron en una inspiración artística… y personal.

“Purple Rain fue un faro de esperanza en un momento oscuro de mi vida”, reveló Clapton. “Me recordó que el rock and roll no estaba muerto y que todavía había algo por lo cual luchar”.

Prince fue, para Clapton, mucho más que una estrella pop. Fue el músico que lo sacó del abismo, el referente que le demostró que aún quedaban caminos por explorar. En un mundo donde tantas leyendas se pierden en su propio mito, Clapton encontró en otro mito la razón para no rendirse.

A través de Prince, redescubrió el amor por la música. Y quizás por eso, Clapton nunca dejó de repetir, sin necesidad de grandes titulares, que fue Purple Rain lo que lo mantuvo vivo cuando todo parecía perdido.

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