Rescatan a montañista que sobrevivió 10 días atrapado en la nieve comiendo crema dental
Lo que comenzó como una aventura en solitario para el joven Sun Liang terminó convirtiéndose en una pesadilla.

Atrapado durante 10 días en las montañas de Qinling, en China, el excursionista de 18 años logró sobrevivir enfrentando temperaturas extremas, una fractura en la muñeca y la falta de alimentos. Su historia ha sorprendido al mundo, no solo por su resistencia, sino por el inusual recurso que utilizó para mantenerse con vida: comió crema dental para evitar el hambre.
El 8 de febrero, Sun Liang decidió emprender una caminata en solitario a través de la cordillera Qinling, una de las más imponentes y desafiantes de China, con una altitud media de 2.500 metros. Aunque era un excursionista experimentado, desconocía que la ruta Ao-Ti, que había elegido recorrer, es una de las cinco más peligrosas del país.
La travesía se tornó crítica cuando, dos días después de su partida, su familia dejó de recibir noticias suyas. Sus dispositivos electrónicos se quedaron sin batería, dejándolo completamente aislado en un entorno hostil.
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Desorientado y sin forma de comunicarse, Sun tomó la decisión de caminar río abajo en busca de ayuda. Sin embargo, el quinto día de su odisea, sufrió una aparatosa caída desde gran altura que lo dejó inconsciente. Al despertar, descubrió que había perdido su suministro de comida y su teléfono móvil, además de haber sufrido una fractura en la muñeca derecha.
Sin alimentos ni posibilidad de pedir auxilio, Sun improvisó un refugio detrás de una gran roca. Usó paja seca y hojas para construir una cama rudimentaria que lo protegiera del viento helado. Pero el mayor desafío aún estaba por venir: la falta de comida y el riesgo de deshidratación.
Para mantenerse con vida, comenzó a beber agua del río y nieve derretida. Sin embargo, el hambre se volvió insoportable, y Sun sabía que no podía consumir cualquier cosa sin arriesgarse a una intoxicación. Fue entonces cuando tomó una decisión desesperada: ingerir pequeñas cantidades de crema dental para engañar su estómago y evitar el debilitamiento extremo.
Mientras Sun luchaba por sobrevivir, su familia había movilizado un equipo de rescate para encontrarlo. Tras días de búsqueda, el 17 de febrero, un grupo de rescatistas se adentró en la montaña con la esperanza de hallarlo con vida.
En medio de la inmensidad helada, Sun percibió un leve olor a humo y, con sus últimas fuerzas, comenzó a gritar pidiendo ayuda. Sus gritos fueron lo suficientemente fuertes como para ser escuchados por el equipo de rescate, que finalmente logró ubicarlo y trasladarlo de inmediato a un hospital.
Lo que para Sun Liang había comenzado como un desafío personal, casi le cuesta la vida. La ruta Ao-Ti, que recorrió sin conocer sus riesgos, es un trayecto de 170 kilómetros de extensión que conecta con la montaña Taibai. Debido a su terreno peligroso y clima impredecible, las autoridades chinas prohibieron su acceso en 2018 tras múltiples accidentes fatales y desapariciones.
“Solo quería aceptar el desafío”, confesó Sun tras su rescate. Sin embargo, después de la experiencia que vivió, ha reflexionado sobre la importancia de una preparación adecuada y la necesidad de respetar las advertencias de seguridad en la montaña.
Su historia es un recordatorio de que la naturaleza, aunque fascinante, puede ser implacable, y que la planificación y la prudencia pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte en una expedición extrema.