Esto es lo que debes hacer si a tu hijo no le gusta estudiar

Esto es lo que debes hacer si a tu hijo no le gusta estudiar/Reuters
Esto es lo que debes hacer si a tu hijo no le gusta estudiar/Reuters
28 de febrero 2020 - 23:26

¿Eres de las madres y padres que se preguntan por qué a mi hijo no le gusta estudiar, qué debo hacer y cómo le ayudo?

En ocasiones una de las reacciones más habituales es culpar al niño y pegarle, sin embargo, las cosas no se resuelven de esta forma. Primero que todo debemos examinar que factores son los que están influyendo para que tu hijo no le interese el estudio.

Algunos de estos factores pueden ser la falta de motivación, problemas familiares, no comprender las asignaturas, el descanso, la alimentación y el bullying.

Si te sientes identificado (a), aquí te brindamos unos consejos para que puedas poner en práctica en este regreso a clases con tus hijos.

Averigua la causa por la que no quiere estudiar: Para esto debes acercarte e iniciar una charla con él o ella sin enfadarte o juzgarle.

Debes establecer una zona específica de tu hogar para el estudio: Es muy importante que haya una zona de la casa destinada al estudio, donde las condiciones sean adecuadas, es decir, no debe haber estímulos que le distraigan.

Establecer una rutina: Trata de establecer un horario más o menos estable durante la semana para generar una rutina. Para que un niño funcione bien, la estabilidad y las rutinas son algo importante.

La alimentación es sumamente importante: Intenta que la merienda y la cena sean aproximadamente a la misma hora todos los días, así sabrá cuándo es su tiempo de deberes. Algo importante sobre la alimentación es que trata de debes darle alimentos adecuados que potencialicen el aprendizaje.

El sueño: Este es otro factor muy importante para que el niño o el adolescente esté descansado y motivado para estudiar. Tanto la falta de sueño y la falta de la alimentación causan desequilibrio en el aprendizaje.

Ser más flexibles: En ocasiones, no es que no quiera estudiar, sino que siente que las metas que les pones son demasiado altas. Tú eres el que quiere que saque esas notas o que dedique más tiempo a una asignatura, quizás él es más conformista o siente que tiene otras necesidades o intereses que le motivan más y le hacen feliz.

Organizar el estudio y los deberes: Organiza en un calendario con tu hijo cada uno de los meses escolares. De este modo, aprenderá contigo cómo organizar sus tareas. Es interesante emplear rotuladores de diferentes colores para cada tipo de tarea, por ejemplo: rotulador azul para fechas de exámenes, rojo para fechas de entrega de trabajos, etc. El calendario debe colocarse en un lugar visible de la casa para que sirva de recordatorio y así las tareas no quedarán en el olvido.

Cree en sus posibilidades: Si valoras sus capacidades , el también acabará creyendo en las suyas. Tienes que demostrarle que valoras cada esfuerzo que consiga y reconocérselo con muestras de afecto, así que olvida los reproches porque no conseguirán que estudien más.

Enséñale que estudiar es algo más que hacer los deberes: Un aspecto muy importante que se les debe explicar a los niños es que hacer los deberes no es estudiar, se deben hacer otras tareas que son muy importantes en el proceso de aprendizaje y estudio como, por ejemplo: hacer anotaciones mientras lee textos, aprender a hacer esquemas a partir de textos, estudiar tablas y cuadros y aprender a hacer resúmenes a partir de lecturas, con esto ayudas a que el estudiar no sea únicamente una tarea memorística.

Durante el tiempo de estudio, trata de observar signos de frustración: Es muy difícil poder aprender cuando el niño está enfadado, desmotivado o molesto porque la tarea es demasiado larga o difícil. En estas situaciones es muy importante el asesoramiento de los padres. Por ejemplo, si observamos frustración en nuestro hijo, es mejor parar que continuar insistiendo en que acabe el ejercicio. De esta forma, evitamos que asocie el estudio o los deberes con una situación negativa.

No hacer las tareas por ellos: En algunas ocasiones los padres optan por hacer las asignaciones por los hijos, esta postura no es la adecuada ya que el niño o adolescente no es quien recopila el aprendizaje, asume responsabilidades y como resultado final fracasa. Ayudar no es hacer los deberes por nuestros hijos o solucionarles las cosas sin que ellos lleguen a intentarlo. Se trata de ser un apoyo que acompañe su propio aprendizaje.

La ayuda y el apoyo deben darse de forma pausada y cariñosa. Ayudar con mala cara o gestos inapropiados con tono de castigo puede ser peor que no tener ayuda.

El castigo: Castigarlos es una forma en la que tu hijo puede aprender a ser responsable, sin embargo, este castigo no es aplicable a golpes, sino a la privación de cosas que él o ella valoran por ejemplo no permitirle el uso del celular o no comprarles algo que desean.

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