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Las decisiones clave que se tomarán en las comisiones de Credenciales y Gobierno desataron un pulso de poder entre los diputados de la Asamblea Nacional, quienes se disputaban el control de estos influyentes espacios legislativos. Al final, todo apunta a que la Comisión de Gobierno quedará en manos del bloque opositor, mientras que Credenciales será liderada por el bloque oficialista.
Sin embargo, la elección de los miembros no se limitó al juego interno entre los legisladores. En la sesión surgió una figura clave: Ricardo Fábrega, asesor y enlace del Ejecutivo, cuya presencia en el hemiciclo fue confirmada y defendida por el propio presidente José Raúl Mulino.
Para el analista político José Stoute, es normal que asesores presidenciales estén presentes en la Asamblea, dado que ambos órganos deben colaborar para la aprobación de leyes. No obstante, advirtió que el verdadero problema radica en la posibilidad de que haya corrupción o dádivas a cambio de votos.
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“Para que haya un corruptor, tiene que haber un corrupto. El problema está más en que haya diputados que se vendan, que en que el presidente tenga interés o no en las leyes que se discuten en la Asamblea”, expresó Stoute.
El analista también lamentó la ausencia de un proyecto de país, lo que, según dijo, ha derivado en que cada diputado actúe por intereses particulares.
En cuanto al proceso de selección de los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia y las recientes declaraciones del presidente Mulino sobre el Pacto de Estado por la Justicia, Stoute señaló que ningún mandatario ha seguido al pie de la letra los lineamientos del pacto.
A su juicio, existe una tensión evidente entre el Ejecutivo y el Pacto. “El Estado no quiere verse condicionado, mientras que el pacto busca coadyuvar cívicamente a lograr la mejor selección posible de los magistrados”, afirmó.
El problema realmente existe en la Constitución y esta Constitución ya no sirve para absolutamente nada", concluyó Stoute asegurando que hay que prepararse para esos cambios.