Jelou!
En vivo
Ciudad de Panamá/El juicio relacionado con el caso Odebrecht, el mayor escándalo de corrupción en la historia de Panamá, ha sido reprogramado para el 11 de noviembre. En una entrevista exclusiva con Noticias AM, Carlos Barsallo, quien ha sido miembro y presidente de la Fundación para la Libertad Ciudadana, capítulo panameño de Transparencia Internacional, analizó el impacto de esta decisión y los desafíos que enfrenta el sistema judicial del país.
Barsallo expresó su sorpresa ante el extenso aplazamiento y señaló que este tipo de retrasos genera frustración en la ciudadanía.
“Es lamentable, sin duda, frustrante para la ciudadanía, pero todo dentro de lo que es posible dentro de las leyes procesales, que son verdaderamente muy frustrantes para un ciudadano común”, comentó.
Barsallo indica que el retraso obedece a la necesidad de garantizar que la información requerida desde Brasil llegue a tiempo y que no se produzcan nuevas postergaciones.
El caso Odebrecht no solo ha expuesto la corrupción a nivel global, sino que también ha dejado al descubierto las debilidades estructurales de los sistemas judiciales y políticos en Panamá. Barsallo destacó que otros países ya han concluido sus procesos judiciales relacionados con este caso.
Además, Barsallo subrayó la complejidad del caso y el rol de las prácticas dilatorias, como el uso de recursos legales que permiten a los políticos retrasar los procesos judiciales. “Muchos de los implicados han utilizado estrategias legales, como adquirir el estatus del Parlacen, lo que implica que no serán juzgados por jueces ordinarios, sino por la Corte Suprema”, explicó. Este tipo de maniobras no solo prolongan los casos, sino que también afectan la percepción de justicia en el país.
Según Barsallo, aunque los sobornos en proyectos de infraestructura no son una novedad, el caso Odebrecht marcó un antes y un después debido a su alcance internacional y a las confesiones de los involucrados, incluyendo al dueño de la empresa. Estas confesiones permitieron rastrear el dinero y documentar las irregularidades, algo que, según Barsallo, será difícil de replicar en futuros casos de corrupción.
Finalmente, Barsallo alertó sobre el peligro de la lentitud judicial y cómo esta afecta los avances en transparencia y justicia. En países como Brasil, donde se originó el caso Odebrecht, algunos fallos recientes han invalidado pruebas clave, lo que podría tener repercusiones en países como Panamá, que aún no concluyen sus procesos.