En medio de crisis regional, Panamá espera llegada de más cubanos

Migrantes cubanos en Puerto Obaldía
Migrantes cubanos en Puerto Obaldía / Carlos H. González
Efe
19 de diciembre 2015 - 16:32

Panamá dijo hoy que va a hacer todo lo que esté a su alcance para que "estén bien" los miles de cubanos varados en este país que intentan llegar a Estados Unidos y "lamentó" que el fenómeno, que también lo vive Costa Rica, provocara que este se retirara del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).

La vicepresidenta y canciller panameña, Isabel De Saint Malo de Alvarado, declaró hoy a Acan-Efe que "somos un país de tránsito, tolerante y abierto, por tanto seguiremos dando el mejor trato humanitario posible a los flujos migratorios que por diferentes razones pasan por nuestro país".

De Saint Malo dijo que el Servicio Nacional de Migración le notificó que esta semana ingresaron 775 cubanos, "y es imposible saber cuántos más vienen por la selva".

Ante el cierre de la frontera de Nicaragua con Costa Rica desde hace semanas que ha apiñado unos 6.000 en ese sector, y otro tanto ahora entre Costa Rica y Panamá, donde hay unos 2.000 según los costarricenses, "y muchos más en Puerto Obaldía (frontera panameña con Colombia)", la canciller dijo que "se conversa".

Esos contactos se mantienen "con La Habana, Quito y Bogotá y demás involucrados" para darle una solución a la oleada de isleños, aunque aclaró que no tenía certeza cuántos había en la frontera con Costa Rica.

Los cubanos llegan a Ecuador vía aérea, desde el pasado 1 de diciembre previa visa, luego comienzan una sufrida marcha terrestre, lacustre y marítima en donde sufren vejaciones, según testimonios de los cubanos, hasta entrar a Panamá por Puerto Obaldía, a orillas del Mar Caribe.

En esa localidad, de apenas 500 habitantes y que alberga en sus calles mas de 2.000 cubanos, el gobierno panameño instaló carpas y servicios básicos para que tengan una estancia "digna", y lo mismo se apresta a hacer en Paso Canoas, en la frontera con Costa Rica, detalló.

De Saint Malo enfatizó que "es importante que cualquier maltrato se denuncie ante las autoridades para poder atender esos casos como se debe", ante los testimonios de los emigrantes de supuestas graves violaciones a sus derechos humanos durante la travesía.

"Se coordina para atenderlos a todos, es lo que podemos hacer, asegurar que estén bien", reiteró.

Aunque fue escueta, De Saint Malo reconoció que Panamá "lamenta" la decisión "que respetamos" de Costa Rica de retirarse desde ayer, en plena cumbre en El Salvador, del diálogo político del SICA.

"Panamá continuará promoviendo el diálogo constructivo con la región y países amigos" para solventar esta crisis humanitaria, acotó la vicepresidenta, quien dijo que en la misma sintonía están El Salvador, Honduras y Costa Rica.

El presidente costarricense, Luis Guillermo Solís, afirmó anoche en San José que en la cumbre del SICA celebrada este viernes en El Salvador instó, sin éxito, a la región, a un acuerdo humanitario, y que Costa Rica no puede participar en esas condiciones en un mecanismo de integración que "ignora la solidaridad".

El mandatario explicó que la propuesta planteada para darle una solución a la crisis era "lúcida, valiente y realista", y que de haberse acogido habría resuelto el problema de manera integral, ya que Centroamérica no es responsable de la situación.

En la misma conferencia de prensa la directora costarricense de Migración y Extranjería, Kattia Rodríguez, anunció que Costa Rica no extenderá más visas de tránsito a los inmigrantes cubanos, debido a que la capacidad nacional para atender inmigrantes llegó al límite.

Los 5.989 cubanos, que ya recibieron visas no serán afectados, mientras que los 2.053 personas que se encuentran en la frontera con Panamá serán los últimos que van a ser ingresados al país en forma legal, acotó.

"A partir de mañana quienes intenten ingresar de manera irregular serán sometidos al rigor de la ley y se expondrán a la deportación a su país de origen", advirtió Rodríguez.

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