'Mensualmente estamos generando mil ninis’; especialista habla del daño de la interrupción educativa
Un estudio de la Fundación para el Desarrollo Económico y Social de Panamá (Fudespa) y la organización Jóvenes Unidos por la Educación advierte que el país ha perdido más de 490 días de clases entre 2020 y 2025, afectando gravemente el aprendizaje y las oportunidades de una generación completa de estudiantes.
Ciudad de Panamá/Panamá ha perdido más de 490 días de clases en los últimos seis años, lo que representa un 40% del aprendizaje esperado para estudiantes que comenzaron séptimo grado en 2020 y están por graduarse en 2025. Así lo revela el estudio titulado “Un sexenio perdido: Efectos económicos y sociales de las interrupciones educativas”, presentado por la Fundación para el Desarrollo Económico y Social de Panamá (Fudespa) en conjunto con Jóvenes Unidos por la Educación.
El análisis abarca el periodo comprendido entre 2020 y 2025, e identifica una cronología de cierres escolares derivados de la pandemia, protestas sociales y huelgas docentes. Según el informe, los días sin clases presenciales equivalen a más de 500 jornadas perdidas, al considerar que cada día de clases no dictado representa hasta tres días de pérdida de conocimiento.
“En seis años hemos perdido más de 490 días de clases. Un estudiante que inició séptimo grado en 2020 y se gradúa en 2025 ha dejado de aprender el 40% del contenido previsto”, señala Yair Velásquez, representante de Jóvenes Unidos por la Educación.
Cifras alarmantes: una cronología de la crisis
- Pandemia COVID-19 (marzo 2020 – marzo 2022): 380 días de cierre nacional, con solo un 53% de efectividad en la educación virtual.
- Protestas por el alto costo de la vida (julio – agosto 2022): 25 días sin clases.
- Protestas por el contrato minero (octubre – diciembre 2022): 45 días de interrupciones.
- Protestas por la Ley 462 de la Caja de Seguro Social (abril – mayo 2025): 30 días perdidos (crisis en curso).
En total, se contabilizan más de 500 días sin clases presenciales, lo que compromete seriamente el desarrollo educativo y socioeconómico de una generación.
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Consecuencias sociales y económicas
El estudio no se limita al impacto académico. Según datos de Fudespa y del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), el desempleo juvenil en Panamá alcanzó un 15% en 2023 y un 17% en 2024. La informalidad laboral también se ha incrementado: pasó del 50% en 2019 al 60% en la actualidad.
De igual manera, se estima una reducción del 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2035 como consecuencia del rezago educativo. Por cada empleo formal perdido, se crean tres empleos gubernamentales y nueve informales.
Por su parte, los efectos sociales que revela el informe se vinculan directamente con problemas sociales como el embarazo precoz y la delincuencia juvenil.
“Hay jóvenes que ingresan a pandillas porque no tienen otra salida. La escuela debió ser ese lugar seguro para ellos”, afirmó Velásquez.
Un llamado a la acción
El estudio sugiere al Ministerio de Educación (Meduca) implementar mecanismos inmediatos de recuperación, como el uso de la plataforma virtual Ester y las guías rápidas de aprendizaje.
“El derecho a la protesta es legítimo, pero también lo es el derecho a la educación. El Meduca puede activar las plataformas existentes para asegurar la continuidad educativa”, expresó Velásquez.
Finalmente, Yahir hizo un llamado a padres de familia y docentes: “A los padres, que envíen a sus hijos a clases. A los docentes, que recuerden que los estudiantes tienen derecho a una educación equitativa, inclusiva y de calidad”.