Estado de urgencia Bocas del Toro: Residentes se las ingenian para comunicarse y el dinero queda en el recuerdo
La crisis se agrava con el colapso de las telecomunicaciones y el sistema bancario. En muchos sectores, los cajeros automáticos ya no tienen efectivo, y las redes digitales están prácticamente inoperativas.
Bocas del Toro, Panamá/Las imágenes de calles vacías y estaciones de gasolina desiertas reflejan la profunda crisis que atraviesa actualmente el distrito de Changuinola, en la provincia de Bocas del Toro. En un recorrido realizado por la vía principal Omar Torrijos, justo al lado del aeropuerto local, la escena es desoladora: pocos vehículos circulan y la actividad comercial se reduce drásticamente al caer la tarde.
Según comerciantes del área, la mayoría de los negocios están cerrando a más tardar a las 6:00 p.m., motivados por la falta de suministros y combustible. En las estaciones de servicio, no se observa un solo auto cargando gasolina. La situación se repite no solo en Changuinola, sino también en otros puntos claves como Almirante, donde las reservas de combustible ya se agotaron.
Uno de los puntos más afectados ha sido el aeropuerto de Changuinola, que fue blanco de actos vandálicos el pasado fin de semana. Actualmente se encuentra fuertemente custodiado por unidades del Servicio Nacional de Fronteras y la Policía Nacional, en un intento por recuperar el orden y la normalidad en la zona.
A pesar del clima de incertidumbre, algunos comerciantes han decidido abrir sus puertas tras ocho días de inactividad. Sin embargo, la falta de clientes y de poder adquisitivo entre los residentes impide que haya movimiento económico.
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La crisis se agrava con el colapso de las telecomunicaciones y el sistema bancario. En muchos sectores, los cajeros automáticos ya no tienen efectivo, y las redes digitales están prácticamente inoperativas. El único cajero con algo de dinero aún operativo se encuentra en el centro de Changuinola, donde se han formado largas filas de personas intentando retirar fondos.
En Almirante, la escena fue aún más dramática: decenas de personas se agruparon en las afueras de una entidad bancaria, no para retirar dinero, sino para intentar captar la señal de Wi-Fi del banco y así comunicarse con familiares en otras partes del país.
“Desayunamos y almorzamos, pero no cenamos para que la comida nos alcance. Mis hijos me depositan dinero, pero no puedo retirarlo. Fui al chinito a usar la tarjeta, pero tuve que devolver todo porque no había sistema”, relató una residente.
La falta de efectivo ha paralizado casi por completo las transacciones comerciales. Sin acceso a sistemas de pago electrónico, pequeños comercios, restaurantes y hospedajes no pueden operar con normalidad. Todo depende del dinero en efectivo, que es prácticamente inexistente en la región.
Además, el desabastecimiento de productos básicos como carne, pollo, huevos, arroz, café y tanques de gas comienza a generar angustia entre los habitantes. La escasez alimentaria ya es una realidad palpable en Bocas del Toro.
Con información de Fabio Caballero