Panamá, 'el país de los abogados'

Mientras lee esta nota, un nuevo abogado, en promedio, se graduará. Al cabo del día habrá tres nuevos juristas. En diciembre, poco más de mil.

Panamá, reconoce el Colegio de Abogados (CNA), es el “país de los abogados”. Hay 23 mil juristas y en las próximas dos décadas la cifra se duplicará. Hay un togado por cada 174 personas. La mayor tasa de Latinoamérica.

José Alberto Álvarez, presidente del CNA, asegura que el problema no es la cantidad (“aunque hay una sobrepoblación de profesionales”, dice) sino qué han aprendido en las aulas. Por eso, en 2014 intentaron impulsar una ley de “Código de Barra” para abogados. Aunque con bajo perfil, el tema sigue en la agenda legislativa.

Sin dar detalles, sostiene que la mayor cantidad de quejas contra la ética presentadas ante el colegio son, en realidad, faltas por desconocimiento. “Es gente que mete un recurso sin saber que ese no era el indicado”, reflexiona.

Este martes, cuando se celebra por decimoctava ocasión el día del abogado –por el natalicio de Justo Arosemena, considerado el padre del derecho panameño-, intentarán dar cátedra: se lanzará la comisión de juristas que promoverá una constituyente. El grupo lo dirigirá Miguel Antonio Bernal, uno de los pocos constitucionalistas del país.

Este acto también es una paradoja en el ejercicio del derecho panameño.

En el país son contados los especialistas en temas tan cotidianos como la Constitución. La mayor parte ha decidido volcarse a áreas como la penal, la marítima y la corporativa.

El interés en estas dos ultimas, explica Álvarez, se nutren del propio enfoque que se da Panamá en el exterior: como país para registros de naves y de sociedades offshores. En ambos negocios –golpeados mediáticamente con el caso Mossack Fonseca-, los juristas toman un rol relevante: sirven de claves “agentes residentes”.

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La firma de investigación abogadil LatinLawyer estimó el año pasado que Panamá es, después de Chile, el mejor país de Latinoamérica para ejercer el derecho por el promedio de salario para los abogados junior: $2,750. El doble, por ejemplo, que un médico internista.

Tal vez por eso en Panamá hay dos abogados por cada doctor. "Es que somos -dice Álvarez- la profesión más liberal del mundo".