Esto es lo que se sabe del estudio de los capuchinos de Coiba que 'secuestran' crías de monos aulladores

🐒 Se conocía que los monos aulladores y los capuchinos cohabitan casi sin problemas en esta isla.

🐒 En un lapso de 15 meses, once monos aulladores bebés fueron transportados por monos capuchinos machos juveniles.

🐒 La investigación alerta de que si este comportamiento se extiende, podría convertirse en un problema de conservación.

"Al principio, pensamos que podría ser adopción", dijo la investigadora doctoral Zoë Goldsborough, del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, al notar que un mono capuchino cariblanco macho cargaba una cría de un mono aullador en la isla Jicarón, en el Parque Nacional Coiba.

Estas imágenes de los monos capuchinos cargando crías de monos aulladores, que le han dado la vuelta al mundo y fueron publicadas por National Geographic, forman parte de un estudio de observación de largo plazo iniciado desde 2017 por investigadores del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal (MPI-AB) y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI).

Los científicos buscaban documentar la forma en la que algunos monos capuchinos de esta isla utilizan piedras como herramientas, por lo cual instalaron cámaras con sensores de movimiento o cámaras trampa alrededor de la isla con el objetivo de conocer más sobre este y otros comportamientos de los monos capuchinos cariblancos (Cebus capucinus imitator).

Se conocía que los monos aulladores (Alouatta palliata coibensis) y los capuchinos cohabitan casi sin problemas en esta isla, ya que sus dietas son diferentes y, por lo tanto, no compiten por la comida.

Sin embargo, un día de junio de 2022, la doctora Goldsborough miraba las imágenes de las cámaras trampas y observó por primera vez este comportamiento de algunos de los monos capuchinos machos inmaduros del grupo que usa herramientas cargando bebés de monos aulladores.

La imagen que documentaba esta acción había sido capturada en enero de ese año y sembró dudas en los investigadores sobre si era un caso aislado o algo más común.

La doctora Goldsborough no dudó en alertar a su asesor y líder de la investigación, Brendan Barrett, y buscó entre las decenas de miles de imágenes y videos recopilados por las cámaras, para averiguar si había más evidencia de que esto ocurriera en la isla.

"Teníamos todo el pietaje de las cámaras de Jicarón grabando a los monos que usaban herramientas durante todo el año", dijo Barrett, "para que pudiéramos reconstruir la escena para ver si este comportamiento extraño era solo un caso aislado o algo más grande".

La evidencia que encontró Goldsborough fue de cuatro crías de aulladores diferentes que eran cargadas, casi siempre por el mismo individuo, un macho sub-adulto del grupo que usa herramientas, al que los investigadores llamaron Joker.

La pregunta que se hacían Barret y Goldsborough en aquel momento fue: ¿cómo consiguió Joker a estos bebés y por qué los cargó durante días?

"Al principio, pensamos que podría ser adopción", recordó Goldsborough, refiriéndose a las anécdotas de algunos animales que adoptan crías de otras especies. No obstante, este tipo de casos de adopción y cuidado de los bebés abandonados son llevados a cabo por hembras.

La cría de aullador se aferra al cuerpo del mono capuchino
La cría de aullador se aferra al cuerpo del mono capuchino / Cortesía/Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI)

En el caso de los monos capuchinos de isla Jicarón, el portador exclusivo era el macho Joker, una variante clave en la investigación.

Tras realizar este primer avistamiento, durante los siguientes meses no hubo más evidencia de capuchinos que llevaran aulladores hasta que, cinco meses después, los investigadores descubrieron imágenes y videos de más bebés aulladores siendo transportados.

Ya no se trataba solo de Joker; las cámaras registraron a otros capuchinos machos jóvenes que también llevaban crías de aulladores.

El macho, "Joker", empezó a cargar crías de mono aullador durante varios días.
El macho, "Joker", empezó a cargar crías de mono aullador durante varios días. / Brendan Barrett / Instituto Max Planck de Comportamiento Animal

Al analizar las imágenes y videos, el grupo de investigadores determinó que, en un lapso de 15 meses, once monos aulladores bebés fueron transportados por monos capuchinos machos juveniles o sub-adultos, por períodos de hasta nueve días.

Las crías de aulladores se aferraban a la espalda o al vientre de sus portadores, que parecían continuar con sus actividades normales de trasladarse o utilizar herramientas para abrir nueces y otras fuentes de alimento.

Esto nunca se ha observado en ningún otro lugar, ni en esta isla, ni en ninguna otra población de monos capuchinos", dijo Goldsborough. "Tampoco encontramos ninguna evidencia de que algo así ocurriera entre otras especies”, agregó.

¿Por qué lo hacían?

Esa fue la segunda pregunta que surgió tras analizar la evidencia.

A simple vista, el secuestro y el transporte de crías de una especie diferente no parecía proporcionar ninguna ganancia o beneficio para los monos capuchinos. "Esto es algo para lo que no tenemos una respuesta clara", reconoció Goldsborough.

"Una posible explicación puede estar en la naturaleza más dócil de los monos aulladores en comparación con los capuchinos, que se ha reportado en otros sitios donde los capuchinos a menudo acosan a los aulladores. Imagino que robar un niño a un capuchino sería más arriesgado que a un aullador. Pero esto también sería un comportamiento completamente diferente, ya que la dinámica del grupo también juega un papel, y los grupos de capuchinos también son mucho más grandes que los grupos de aulladores".

Para los autores de la investigación, se trata de comportamiento como una tradición social o una moda cultural, que se propaga en una población a través del aprendizaje social, en paralelo a las tendencias observadas en otros animales, como los chimpancés que llevan una brizna de hierba en las orejas como accesorio.

Pero, ¿qué pasaba con estas crías ‘secuestradas’?

Según los científicos, los bebés aulladores, todos tenían menos de cuatro semanas de edad, y parecían haber sido secuestrados de sus padres, ya que los padres de los aulladores fueron vistos o escuchados en cámara llamando a sus bebés desaparecidos desde los árboles cercanos.

"Los capuchinos no hacían daño a los bebés, pero no podían proporcionar la leche que los bebés necesitan para sobrevivir", explicó Goldsborough.

Se presume que las crías de aulladores que fueron tomadas por los capuchinos murieron de desnutrición.

“Lo que vemos de los bebés aulladores que murieron, es que todos fueron cargados hasta que se volvieron demasiado débiles para aferrarse, luego a menudo eran llevados en la mano del capuchino por un poco más, y algunos incluso después de morir durante un día más o menos. Solo podemos suponer que lo mismo les sucedió a los otros bebés, y que finalmente fueron dejados en algún lugar una vez que estaban muertos o cerca de morir".

La conclusión del grupo de investigadores es que este comportamiento posiblemente se fundamente en el “aburrimiento” de los capuchinos.

"La supervivencia parece fácil en Jicarón. No hay depredadores y pocos competidores, lo que les da a los capuchinos mucho tiempo y poco que hacer. Parece que esta vida 'lujosa' preparó el escenario para que estos animales sociales fueran innovadores", dijo Meg Crofoot, directora general del MPI-AB y una de las fundadoras de este proyecto, así como ex becaria de STRI en Panamá.

Este estudio fue liderado por un equipo del MPI-AB en Alemania, STRI en Panamá, la Universidad del Rosario en Colombia e Ithaca College en Estados Unidos.

La investigación alerta que, si este comportamiento se extiende a otros grupos de capuchinos o continúa afectando a los aulladores, que son una especie en peligro de extinción en Jicarón, podría convertirse en un problema de conservación en el Parque Nacional Coiba.

El período de uso de cámaras trampa del estudio fue de enero de 2022 a julio de 2023, y el equipo no sabe hasta qué punto la tradición persistió después, ya que aún no se han analizado todos los datos.

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