Panamá establece mesa de trabajo para prevenir futuros desastres naturales
Los efectos indirectos de los huracanes Eta e Iota han dejado a más de 2,500 personas en los 30 albergues establecidos en la provincia de Chiriquí y la comarca Ngäbe Buglé que fueron las más afectadas.
Tras la devastación que dejó Eta y ante la posibilidad de nuevos eventos ciclónicos, se han identificado más lugares donde se pueden establecer albergues en el momento que se requieran, así lo indicó la ministra de Desarrollo Social, María Inés Castillo.
Castillo confirmó que en los albergues se están realizando censos para conocer la situación de las personas que quedaron damnificadas, además, están a la espera de que las condiciones climáticas mejoren para llegar a las comunidades afectadas y realizar un censo.
La temporada de huracanes vino a complicar la lucha contra la propagación de la COVID-19, que por más de siete meses lleva adelante el gobierno y el Ministerio de Salud, sin embargo, se está tratando de evitar que los albergues se conviertan en clústeres de contagios.
“En cada albergue está el Ministerio de Salud (Minsa), antes de entrar las personas tienen que hisoparse, estamos tratando de evitar el hacinamiento y que los albergados utilicen la mascarilla en todo momento. Existe un acompañamiento del Minsa”, manifestó Castillo.
Evidentemente, Eta dejó al descubierto las falencias que tiene Panamá en materia de prevención de desastres y la necesidad de establecer normas y mecanismos con miras a evitar la pérdida de vidas por eventos climáticos, ante esto, la titular del Ministerio de Desarrollo Social afirmó que se estableció una mesa de trabajo para realizar un mapeo de las necesidades que tiene el país en esta materia y prepararnos ante futuras emergencias climatológicas.