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Ciudad de Panamá/Iniciaron de manera formal las conversaciones entre trabajadores y empleadores este miércoles en la mesa de negociación para definir el nuevo salario mínimo en Panamá.
La ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, abrió el proceso con un mensaje claro: “Hay que dejar las expectativas a un lado, pero también hay que ser responsables con las cantidades, no solamente con el que está con empleo, sino también para el que está buscando empleo, además de los efectos cascada que pudieran darse”. Y añadió: “No tenemos expectativas y llamamos a no hacernos expectativas”.
El proceso tendrá una duración de cuatro semanas, durante las cuales ambos sectores —representados por sindicatos y cámaras empresariales— escucharán ponencias técnicas antes de entrar a la mesa de negociación directa. “Es una conversación franca de cuatro semanas, en donde el sector trabajador y el sector empleador van a escuchar las ponencias técnicas y van a irse a la mesa a dialogar, a conversar y a mediar”, señaló la ministra.
Uno de los puntos centrales planteados por el sector laboral es la propuesta de un salario familiar, una fórmula que ampliaría el salario mínimo tradicional para incluir gastos esenciales no contemplados actualmente, como vivienda, salud o educación infantil.
Aniano Pinzón, representante del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), explicó: “Tiene que ser parte del acuerdo con los empresarios, porque sabemos que se trasladan estos costos a la canasta básica y a todo lo que tiene que ver con los trabajadores. También nosotros estamos planteando la necesidad de tener un salario familiar. ¿Esto qué significa? Que ese salario familiar pueda contener otros rubros que no están contemplados en lo que hoy en día se conoce como salario mínimo”.
Pinzón recordó que, hace dos años, el sindicato exigía un salario mensual mínimo de 900 dólares. “Eso ahora todavía se está actualizando y quizá pudiera ser un 4%”, indicó, dejando entrever que la propuesta podría moverse en torno a ese rango, aunque aún sin cifra definitiva.
Sin embargo, el sector empresarial expresó reservas. Juan Arias, representante de la Cámara de Comercio, advirtió sobre los riesgos de un aumento desmedido: “Un aumento muy grande puede venir como todo el efecto cascada, y lo que nos preocupa aún más es un desempleo mayor, porque las empresas que no pueden soportar un aumento, ¿qué les corresponde? ¿Qué tendrán que hacer? Sacar a alguien de la planilla o que esas personas se puedan convertir en desempleados o en informales, que es exactamente lo que tenemos que salir huyendo, que es la realidad”.
Serán cuatro semanas las que tengan estos grupos para conversar y llegar a un acuerdo en cuanto al salario mínimo. La Ministra de Trabajo invitó a la prudencia entre ambos sectores.
Con información de Elizabeth González