Historias de Navidad: La señora ciega que recibió a diez niños en su casa de madera en Chepo
María Elida perdió la visión en uno de sus ojos hace varios años, sufre de diabetes y del corazón. Sin embargo, sus dolencias no le han diezmado el espíritu caritativo: le abrió las puertas de su casa a 10 niños y su madre que pasaban por una situación traumática que los dejó en la calle.
Esta es una historia inédita de solidaridad humana. De cuando, sin importar la condición socioeconómica, la gente se mira, se conduele del problema ajeno y le tiende la mano. Son historias de Navidad.
La señora Elida vive en una casa de madera en el distrito de Chepo, a 61 kilómetros al este del centro de la ciudad. Es pobre, sin dudarlo, pero aún así brindó ayuda. Su sueño es darle un futuro a quienes considera sus hijos.
“Mi sueño es que sean unos niños de 18 años. Como madre postiza que soy, los estimo y apoyo. Los pienso echar para adelante con mi poder, hasta que tenga vida”, sostiene Elida.
Nueve de los pequeños duermen en el suelo uno al lado del otro. Su madre gana $100 quincenales, que solo alcanzan para alimentarlos.
Daylin es la mayor de los hermanos, tiene 14 años, pero su infancia fue frustrada por un embarazo precoz. Ahora tiene una hija de un año. Ella desea terminar sus estudios para ayudar a su hija.
“Quiero ser una licenciada, porque me gustaría, tener una casa, para mi niña una cama, ropita, y todo lo que necesita”, dice.
En esta casa no hay un árbol de Navidad, foquitos y mucho menos regalos. Ni siquiera hay sillas.
Pero sí hay intenciones de salir adelante, y amor para 11 niños cuyos juguetes son una paila de cocinar donde se balancean como si fuera un columpio y pequeños carritos que se comparten entre sí.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), hasta 2014 en Panamá el 25.8% de la gente era pobre. Casi la mitad de ellos vive en ciudades.