Taxis: la otra anarquía en el transporte público
Panamá tiene la tasa más alta de taxis per cápita en la región. Tiene el doble que México, cuatro veces más que Caracas y cinco más que Bogotá, Ciudad de Guatemala o Santiago de Chile.
Sólo en la ciudad de Panamá y San Miguelito hay entre 45 mil y 48 mil taxis, según la Autoridad del Tránsito.
Un grupo de esos cupos y taxis está dominado por empresas que lo alquilan, seduciendo a los choferes con que serán sus propios jefes y al cabo de un tiempo serán dueños del taxi.
“Eso no es así”, dice Gabriel Silva, un taxista que tiene disputa con una compañía de taxis, después de descubrir que en el contrato había “cláusulas abusivas”.
La Autoridad del Tránsito ha impuesto multas a 14 de esas compañías, porque están representadas o dirigidas por extranjeros, algo que la ley de transporte de 1997 considera ilegal.
Mientras, los usuarios cuestionan que pese a la proliferación de taxis siga el no voy, el desorden y los precios discrecionales. La Autoridad de Tránsito dice que trabaja en un proyecto para convertir a las prestatarias en concesionarias, algo que las organizaciones veteranas reclaman, aunque temen que si hay reformas a la ley de transporte terminen colándose intereses ajenos.
Pero, ¿dónde queda el del usuario?