Tierra, Sal y Patria, a 121 años del fusilamiento de Victoriano Lorenzo
Historia de Panamá
Ciudad de Panamá, Panamá/Hoy se cumplen 121 años del fusilamiento de Victoriano Lorenzo, y la plaza dónde fue fusilado lleva el nombre de un traidor colombiano.
¿Cómo recuerda Panamá su historia?
La imagen de Victoriano se mantiene en las arengas populares, “la pelea es peleando” es un mantra en las manifestaciones sindicales. De igual forma, su perfil aparece en graffiti, tatuajes y expresiones artísticas populares.
Pero en las escuelas panameñas solo se le dedica un par de párrafos, siendo lo más llamativo su muerte.
Para la historiadora Ana Elena Porras, Victoriano Lorenzo formó parte de una revolución, fue un hombre que peleó por un estado de derecho sobre uno de privilegios. Una revolución que fracasó, pero cuyo legado resuena aún en nuestros días.
“Victoriano Lorenzo fue un gran líder indígena. Contar su historia es también visibilizar a un grupo de personas que a veces son invisibilizadas en los recuentos históricos, al igual que el papel de las mujeres”, manifestó Porras.
Victoriano Lorenzo nació en El Cacao, hoy distrito de Capira, en 1867, cuando Panamá aún era un departamento de Colombia. A los 9 años, antes de convertirse en “el primer guerrillero de América Latina”, fue nombrado como sacristán en la parroquia de Capira, bajo la instrucción del sacerdote jesuita Antonio Jiménez.
A los 25 años de edad, sería nombrado rejidor de Trinidad, Cacao y Cirí. En 1892, sería encarcelado, encontrado culpable por el homicidio de Pedro de Hoyos, quien disputaba su jurisdicción y potestad sobre el cobro de impuestos y diezmos.
Lorenzo argumentaría que actuó en legítima defensa, pero se mantendría encarcelado hasta 1899. Durante su tiempo detenido, conocería al líder liberal Belisario Porras. Un año después de salir de prisión, entraría a formar parte de la Guerra de los Mil días.
Porras pondría a Victoriano al mando de 200 tropas. Durante los años siguientes, Victoriano Lorenzo se volvería famoso por luchar con sus tropas utilizando tácticas de guerrilla, calificadas por sus enemigos como despreciables e inhumanas.
En 1902 termina la Guerra de los Mil Días, con un acuerdo de paz firmado dentro de un acorazado estadounidense, el Wisconsin.
El 29 de noviembre de 1902, Victoriano Lorenzo es aprehendido en San Carlos y posteriormente enviado a la ciudad de Panamá. Es retenido en Las Bóvedas y el 15 de mayo condenado a muerte por fusilamiento.
Su cuerpo fusilado fue trasladado en un ataúd de heno, luego del funeral se presume que en la noche fue arrojado a una fosa común.
Reza un antiguo proverbio, “hasta que los leones no tengan historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador”.
Los recuentos históricos están marcados por el racismo, y un líder indígena, guerrillero y exconvicto no es la figura favorita para muchos. El sitio dónde fue fusilado lleva el nombre de Esteban Huertas, un general colombiano cuyo mérito fue traicionar a su país reteniendo el movimiento de tropas lo que favoreció a los separatistas panameños.
Victoriano Lorenzo vino de las montañas, peleó por los ideales de un Panamá más justo y fue fusilado mientras que otros líderes liberales se mantendrían a salvo y ascenderían al poder años después.
Este 15 de mayo se cumplen 121 años de su muerte. Pero sus palabras siguen vivas.
“A todos los perdono, yo muero como murió Jesucristo. Tierra, sal y Patria” – Victoriano Lorenzo.