TVN Investiga: Caminos de Esperanza
El acceso a la escuela debe ser sin problemas en una sociedad donde se vele por el bienestar de los niños, sin embargo en Panamá el panorama es otro y el acceso a la educación para muchos pequeños se convierte en un camino tortuoso y a la vez lleno de esperanza para salir de la pobreza en la que viven en diferentes áreas apartadas del país.
Omar Pimentel tiene 13 años y toca el acordeón de oído, asiste al internado del Centro Básico General de Chepo en las Minas de Herrera.
Otra historia es la de Denise Mendoza en compañía de sus dos hermanitos camina dos horas hasta la escuela de Las Matas en las Minas de Herrera, mientras que Edgar Cruz cursa el sexto año del Colegio José Antonio Remón Cantera, su mayor sueño es ser Ingeniero Industrial, desde hace un año combina el estudio con la oportunidad de generar algunos ingresos para salir adelante.
Los caminos peligrosos y la falta de medios de transporte son algunas de las razones por las cuales los padres deciden que los niños dejen la escuela. La brecha entre los panameños que gozan de oportunidades y los que no, es cada día más grande.
La Convención de los Derechos del Niño tiene más de 25 años de haber sido ratificada por nuestro país, pero los acuerdos no se cumplen, los informes no se entregan a tiempo y lo que es peor, hay leyes que tienen que ser aprobadas en la Asamblea Nacional.
Sin opciones, la frustración de nuestros jóvenes es el caldo de cultivo de la marginación y las conductas antisociales. Más que subsidios, nuestros niños necesitan oportunidades.