Las miradas críticas a la lucha de Panamá contra Isis y las medidas contra el gobierno de Maduro

El anuncio de la imposición de visa como requisito para venezolanos que deseen ingresar a Panamá desde el 1 de octubre y la participación de Panamá en la coalición contra del Estado Islámico, fueron los temas analizados en el programa Radar, este domingo 27 de agosto.

El excanciller y analista político, Jorge Eduardo Ritter, consideró que la medida para con los venezolanos, pareció haber sido una petición por parte del vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence, ya que en medio de su visita a Panamá el presidente Juan Carlos Varela, informó sobre las nuevas medidas migratorias.

Afirma Ritter que las suspicacias que se han generado en torno al tema, surgieron porque el anuncio se hizo en presencia de Pence, en las escalinatas de la Presidencia de la República, en medio de su visita a Panamá.

Por otra parte, sostiene que el agradecimiento del vicepresidente Pence, a Panamá por formar parte de la colación contra el Estado Islámico, aunque parece que no tiene nada que ver con la medida hacia los venezolanos, sí está relacionados porque se dieron en el mismo contexto.

Para Adolfo Linares, es complejo decidir si la nueva medida anunciada como un control migratorio es positivo o negativo, porque hay que tomar en cuenta que hay varias aristas.

Si la medida se tomó desde un punto de vista diplomático para restringir o presionar la dictadura de Nicolás Maduro, no es la mejor opción, porque el presidente venezolano no quiere que la gente se vaya.

Además, los venezolanos que llegan a Panamá no viajan como turistas así que el hecho de tener que pagar B/50.00 no sería una limitante.

Linares asegura que el hecho de querer proteger empleos con una visa, va en contra de los fundamentos económicos y duda que haya sido una decisión soberana, porque entonces se le habría impuesto a los colombianos y ciudadanos de otras nacionalidades.

Linares expresó que percibe el requisito de visa como una iniciativa del vicepresidente Pence y agrega que es normal que en diplomacia “los países amigos se pidan favores” y ahora lo que corresponde saber es qué se ha pedido a cambio.

El vicecanciller de la República, Luis Miguel Hincapié, refutó los argumentos de Linares y aclaró que el requisito de visa para los ciudadanos venezolanos sí ha sido una decisión soberana y no tiene nada que ver con la visita del embajador Pence a Panamá.

Mencionó que ya al embajador de Venezuela en Panamá sabía que esa medida se aplicaría porque hay declaraciones, semanas antes de la visita de Pence, donde habla del tema.

“La imposición de visa no es un favor que pidió Pence para los norteamericanos”, dijo Hincapié.

Con la implementación de la visa lo que se quiere es controlar la migración desordenada que se ha estado dando en los últimos meses.

Explicó que para la obtención de la visa, no solo es necesario pagar los B/50.00 dólares, sino que se debe pasar por una entrevista, cumplir con una serie de requisitos y presentar documentación.

El funcionario de la Cancillería de la República también dice que no es que Panamá le está dando la espalda a Venezuela, pero sí se debe establecer un control para proteger a los panameños y extranjeros que ya viven en el país.

Tampoco se pueden romper las relaciones diplomáticas porque eso sí sería dar la espalda a Venezuela, pero en la actualidad ya se han concedido cuatro solicitudes de asilo a venezolanos y están esperando el salvoconducto.

Panamá no desecha una salida negociada al conflicto venezolano, asegura Hincapié.

A lo que dijo Hincapié, el viceministro de Seguridad, Jonathan Del Rosario, agrega que para tomar la decisión de exigir visa a los venezolanos, se hizo un análisis del comportamiento de la migración.

Recalca que Panamá se sirve de los flujos migratorios porque provee conectividad por mar, aire y tierra y debe garantizar que los flujos migratorios se hagan de manera segura y regular.

También expresó que la decisión es por la ruptura del orden democrático y disolución de la Asamblea, democráticamente electa.

Del Rosario destaca que lo más importante es que la medida se ha tomado con la planificación adecuada para no afectar a las personas que ya están en Panamá y las que tienen pasajes comprados.

El abogado Alfonso Grimaldo enfatiza que la medida de la imposición de visa no va a derrocar el régimen de Nicolás Maduro y cuestiona el por qué no se adoptó una vez se iniciaron las protestas violentas.

Además considera que la posición del presidente Varela sobre el tema Venezuela, es ambivalente y cambiante cree que hay una presión de parte de Estados Unidos.

Sostiene que en Panamá hay insatisfacción sobre el tema migratorio y lo único que puede generar complacencia es una reforma integral a las leyes y establecer nuevas visas.

No le hace sentido entregar las mismas visas a los venezolanos, porque se trata de una situación especial, “casi de refugiados”.

El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Severo Sousa, considera que Panamá adolece de na adecuada política migratoria laboral y se debe aprovechar el talento internacional, de acuerdo a las necesidades del país.

Dijo que se tienen que traer a profesores y reforzar las cátedras que se imparten en las universidades.

Según datos compartidos por el viceministro Del Rosario, en 36 meses, se han deportado a 8 mil personas y en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, se han devuelto a un total de 33 mil viajeros, tras realizar los procesos de verificación.

Panamá en coalición contra Isis

El panel de expertos no le ve sentido a que Panamá sea parte de una coalición que desarrolla actividades mayoritariamente militares, salvo los dos representantes del Gobierno, quienes explicaron las ventajas del acceso a información, al ser parte del grupo.

El viceministro de Seguridad, reconoce que si bien es cierto Panamá no tiene fuerza militar, consta de una plataforma de servicios y sistema financiero y debe cumplir con su deber en la región y el mundo brindando información.

El abogado Grimaldo, coincide a asegura que Panamá en temas financieros sí puede aportar mucho en contra del estado Islámico, pero le resulta incómodo el hecho de que “nadie preguntó a los panameños si querían formar parte de la coalición”.

En tanto, Linares asegura que no es correcto que el vicepresidente Pence use a Panamá como bandera para motivar a otros países de la región Latinoamericana a unirse a la coalición, porque se puede interpretar como una manera de generar un escenario de inseguridad.

Con ese escenario de inseguridad, ante una posible amenaza del Estado Islámico, se podría aplicar lo que establece el Tratado de Neutralidad y Estados Unidos se queda con el Canal de Panamá.

Insta a las autoridades a explicar el contrapeso que se tomó para determinar que el país debía formar parte de la coalición y también para poner en riesgo al Canal de Panamá, que es un ente estratégico.