Fragilidad muscular de Messi es preocupante
En el tramo decisivo del 2008, meses antes de la llegada de Pep Guardiola al banquillo del Barcelona, Lionel Messi se rompió el músculo bíceps femoral de su pierna izquierda en un partido de Liga de Campeones frente al Celtic de Glasgow. El llanto desconsolado del argentino al abandonar la cancha heló el Camp Nou. La era Guardiola enterró la imagen de fragilidad física que cuestionaba su carrera. Pero cinco años después de aquellas lágrimas, el oasis de tranquilidad es un espejismo y las lesiones musculares atormentan otra vez a Messi con el Mundial de Brasil a la vuelta de la esquina. Un nuevo desgarro en ese bíceps femoral en la parte posterior de su muslo izquierdo lo tendrá inactivo entre seis y ocho semanas, según informó el lunes el club catalán. Messi, quien suma 14 goles en 16 encuentros, no volverá a pisar el campo en lo que resta de año ni en Europa ni con Argentina. Los problemas musculares de Messi, de 26 años, no son nuevos. Desde su debut oficial con Frank Rijkaard en 2004 y hasta la llegada de Guardiola, el argentino se rompió cuatro veces. Todas ellas entre 2006 y 2008, cuando empezó a jugar de titular regularmente. En 2006, una de esas lesiones le apartó de la final de la Liga de Campeones que el Barsa ganó al Arsenal en París. Primero se culpó al césped del Camp Nou. Después, se especuló que el tratamiento con hormonas al que se sometió el argentino en su infancia para corregir sus problemas de crecimiento estaban detrás de esa aparente fragilidad. Los médicos descartaron ambas. Tras la era Guardiola, Messi se lastimó gravemente a final de la temporada pasada, ya con Tito Vilanova como técnico. Apenas sin poderse mover, jugó contra el Paris Saint Germain en cuartos de final de la Liga de Campeones y contra el Bayern Munich en la ida de las semifinales. El bíceps femoral ha castigado a muchos futbolistas del Barcelona además de Messi sin ninguna explicación científica aparente. Jordi Alba, Dani Alves y Andrés Iniesta, entre otros, han sufrido severas lesiones en esa parte posterior del muslo. Esas roturas se producen por la descoordinación de los músculos de la rodilla y la cadera. Algo habitual en jugadores explosivos de alta concentración muscular como Messi. Pero los médicos alertan de la importancia de recuperar el físico si el argentino no quiere comprometer una temporada tan importante, con el Mundial a la vista. "Messi tiene que parar y cuidarse. Yo también lo pasé muy mal durante un año y medio en el Arsenal por lo mismo", explicó su compañero de vestuario Cesc Fábregas. "Al final, te metes en un pozo y espero que a él no le pase lo mismo". "Que se recupere y se tome todo el tiempo que haga falta hasta que esté bien", añadió.