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Conoce a Rosie Ruiz, una tramposa que ganó la Maratón de Boston sin haberla corrido

Esta desconocida se hizo famosa por ganar la maratón de Boston, saltándose la mayor parte del recorrido

Conoce a Rosie Ruiz, una tramposa comparada solo con Armstrong
Conoce a Rosie Ruiz, una tramposa comparada solo con Armstrong
Redacción TvMax
25 de agosto 2015 - 12:15

La acción de esta corredora cubana popularizó la expresión «hacer un Rosie Ruiz» para referirse a los atletas que se saltan parte del recorrido.

Uno de los principales valores que intenta transmitir el deporte es la importancia del juego limpio. Algo que no debió de entender muy bien la atleta cubana Rosie Ruiz cuando, en 1980, ganó la maratón de Boston con la tercera mejor marca femenina de la historia.

Nos situamos en la línea de salida de la maratón de 1980. No había ninguna duda con respecto a los resultados: Bill Rodgers iba a llevarse el título por tercer año consecutivo, por lo que el título masculino estaba más que resuelto. Sin embargo, nadie se esperaba que aquel lunes de abril se fuera a batir un récord del mundo. Fue en categoría femenina, fue una auténtica desconocida y fue, hablando en plata, una estafa.

Cuenta la leyenda (sabiendo que la fuente es la propia autora de los hechos) que Rosie Ruiz bajó de tres horas en la maratón de Nueva York. Todo un logro para la corredora de origen cubano, una aficionada que se inscribió a la carrera de la Gran Manzana previendo acabar la prueba en poco más de cuatro horas.

En primer momento, no había tiempo para dudar: Rosie fue recibida con aplausos y laureles por parte de la organización. La pusieron al lado de Bill Rodgers, que había acabado en 2:12:11 y la situación no podía ser más extraña. Mientras el ganador todavía se estaba recuperando de una carrera durísima, Ruiz apenas presentaba signos de cansancio. Ni tan siquiera había sudado. Al preguntarle la prensa por su marca, se sacó de la manga una frase lapidaria: “Me he levantado con mucha energía esta mañana”.

Algunos de los profesionales que habían llegado a meta empezaron a ver que había gato encerrado: el propio Rodgers le preguntó por sus tiempos en series, a lo que Ruiz le respondió que no sabía que eran las series. “Parece un ama de casa con dos hijos, no una maratoniana de clase mundial”, llegó a decir posteriormente.

Jacqueline Gareau, una de las favoritas para llevarse la prueba femenina, empezó a dudar cuando llegaba a meta: “un espectador me gritó ‘vamos, que eres segunda’ pero no le presté atención. Cuando vi a Rodgers y a una mujer con las coronas de laureles, me vine abajo”.

Todo esto hizo que la organización ordenara revisar los vídeos y las fotos tomados en diversos puntos del circuito durante la carrera. La noticia del posible fraude corrió como la pólvora y no tardaron en aparecer más pruebas que apuntaban que Ruiz no había pasado por muchos puntos del circuito.

La respuesta a todo este misterio llegó desde los aficionados: dos jóvenes estudiantes recuerdan a una chica que, a dos kilómetros de la meta, empezó a apartar gente hasta llegar hasta incorporarse al recorrido, como si nada hubiese pasado.

Lo que ellos vieron como una desfachatez acabó por sorprenderles luego: “Pensamos que alguien la pararía. Cuando llegamos al campus y nos preguntaron si habíamos oído algo sobre la polémica del podio femenino, rogamos que no tuviera nada que ver con ella”.

En pleno escándalo, se supo que Ruiz también había hecho trampas para conseguir la marca mínima para participar en Boston. Fue durante la Maratón de Nueva York, donde usó el metro para desplazarse de un punto a otro de la carrera. Al llegar a la meta fingió haberse lesionado para que la trasladaran al puesto de primeros auxilios y dieran por válida su llegada.

Tras conocerse estos hechos, la organización de la carrera neoyorquina descalificó a la cubana al no poder certificar que había disputado todos los kilómetros de la carrera. Días más tarde, la Boston Athletic Association, organizadora de la maratón de Boston, hacía lo propio y Jacqueline Gareau fue declarada vencedora. Desde entonces, la acción de recortar en el recorrido de una maratón es conocida como «hacer un Rosie Ruiz». Pese a todo, el nombre de la corredora cubana quedó ligado para siempre al mundo del atletismo.

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