La Sele femenina refleja el descalabro del fútbol nacional
Panamá vuelve a ser la cenicienta de CONCACAF en cuanto a fútbol se refiere.
Los malos resultados son el pan de cada día desde que Manuel Arias asumió la gestión de la Federación Panameña de Fútbol (FEPAFUT).
Una gestión que agoniza y agudiza la crisis de un deporte que denotaba un alza desde hace 20 años, cuando fuimos al Preolímpico de Hershey o a finales de 2002, cuando Panamá clasificó al Mundial Sub-20, el primero en cualquier categoría.
Tras años de buenos resultados, Panamá vivió su momento cumbre con la clasificación a Rusia 2018, no obstante, lo que se ha vivido después, ha sido una pesadilla.
La mala planificación y el fracaso de la dirigencia, han dado al traste en lo deportivo: la mayor fuera del Hexagonal rumbo al Mundial de Catar 2022 y ahora la femenina, no solo se va eliminada de los Juegos Olímpicos de Tokio, sino también lastimada en lo anímico y emocional, luego de recibir 20 goles en tres partidos (6-1 ante Costa Rica, 8-0 contra Estados Unidos y 6-0 ante Haití).
Las muchachas merecen respeto, merecen sus viáticos a tiempo, buena preparación, amistosos y contar con las mejores jugadoras para representar al país. Si no hay dinero para esto, es mejor decirlo, pedir ayuda gubernamental, y cumplir de manera decorosa con los compromisos que tenemos.
Hago un llamado a Manuel Arias… Señor presidente de la FEPAFUT, hay que enderezar este barco, tomar mejores decisiones, planificar mejor, buscar ayuda, si es el caso, y juntos, rescatar el fútbol panameño de esta crisis deportiva y dirigencial.
Carlos Figueroa Jaramillo