Producción de leche grado C, en franca decadencia
Hoy día pocos quieren madrugar a ordeñar el ganado, a pesar de que está en desuso la vieja usanza de hacerlo manualmente.

Ciudad de Panamá, Panamá/Derramada. Ni el recurrente subsidio estatal de 10 centavos por litro vendido a la industria ha motivado a los ganaderos a mantenerse en la producción de leche grado C, utilizada en su mayoría para abastecer a unas 35 queserías locales que fabrican queso prensado, mozzarella y queso molido.
A la orilla de las carreteras interioranas ya poco se ve el resplandor que producía el sol al reflejarse en los garrafones de metal que en su interior contenían el lácteo y que sus dueños dejaban allí para que fueran recogidos rumbo a las queserías o a la industria donde la leche sería procesada.
“De unos mil ganaderos que se dedicaban a producir leche grado C, hoy día si acaso hay unos 700, distribuidos entre la región de Azuero, La Chorrera y las provincias de Chiriquí, Darién y Veraguas”, señaló Luis Martínez, de la Asociación de Pequeños Productores de Los Santos.
Indicó que la baja se debe en parte a los altos costos que implica la producción lechera, por lo que muchos prefirieron dejar de lado la actividad y alquilar sus tierras para la siembra de arroz.
Otro factor negativo es que una gran cantidad de quienes se dedicaban a esta faena eran personas mayores, “y hoy día pocos quieren madrugar a ordeñar el ganado, a pesar de que está en desuso la vieja usanza de hacerlo manualmente”, comentó el también expresidente de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan).
Además de ser utilizada para la fabricación de quesos, la leche grado C también se emplea para la elaboración de leche evaporada y condensada.
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Los productores reciben de la industria un pago de aproximadamente 40 centavos por litro, que sumado a un subsidio de 10 centavos llega a 50 centavos por litro.
En diciembre pasado, el gobierno decidió extender dicho subsidio hasta el próximo 30 de junio.
Durante el 2019, la recepción de la leche grado C en millones de litros en las grandes procesadoras pasó de 29,642,219 a 17,537,221 en 2023, para establecerse en 20,474,872 en 2024, según datos de la Dirección Nacional de Agroindustrias y la coordinación de la cadena de leche, con el apoyo de la Dirección de Ganadería del Ministerio de Desarrollo Agropecuario.
Esos mismos datos indican que la recepción en millones de litros de la leche grado C tuvo un mayor impacto en las pequeñas y medianas empresas, sumando 33,644,490 en 2019, unos 43,997,447 en 2023 y llegando a 46,382,552 en 2024.
Parco en sus declaraciones, Eric Moreno, presidente de la Asociación de Productores de Quesos y Lácteos de Panamá (Aproquelpa), dijo sin especificar que los costos de producción de la leche son altos y que a esto se le suma la importación de productos, situación que se agravará con la desgravación arancelaria pactada en el Tratado de Promoción Comercial (TPC) con Estados Unidos.
El TPC estipula que la desgravación arancelaria de los quesos este 2025 es de 11.3% para llegar a 0% en 2028, mientras que para la leche fluida este año es de 8.6% y quedará en 0% en 2026, en tanto que para la leche en polvo la baja arancelaria este 2025 es de 12.5% y será de 0% en 2027.
Con anterioridad, Moreno manifestó que el gremio estaba “preocupado por la falta de productores y por ende de la producción de leche”, según registra una nota de prensa oficial.
La falta de tecnología en cuanto a la producción de leche grado C pudo haber sido subsanada en parte por el Instituto Panameño de Ganadería de Leche (Ipagal), creado en 2013, estimó el ganadero Martínez.
Fuentes consultadas informaron que a través de los años el Ipagal no solo se ha dedicado a vender pacas al hipódromo, sino que también vende leche y terneros, “pero nada de cumplir con el rol para el que supuestamente fue constituido”.
En un tono de decepción, Martínez dijo que este instituto fue creado para distribuir tecnología y no para vender leche, “gastaron plata en una lechería que no tenía razón de ser”.
El Ipagal inició con un capital de $625,000, de los cuales $375,000 fueron aportados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), $250,000 por el Banco Nacional de Panamá (BNP) y aportes del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA).
Sin ocultar que Ipagal “fue un error”, el ganadero clamó porque esta entidad sea “reforzada”, para que apoye con tecnología al desarrollo de la lechería en el país.
El propósito del Ipagal era ”impulsar la repoblación ganadera a través de la implementación de nuevas tecnologías y trabajar en los aspectos de manejo, nutrición e infraestructuras en la producción de lácteos y políticas acordes con el programa”, afirmó en 2014 el exministro de la cartera agropecuaria y hoy “comunicador social” y asesor presidencial, Oscar Osorio.
Fue precisamente Osorio quien, bajo su gestión, cedió al Ipagal unos terrenos del Instituto Nacional de Agricultura (INA), ahora llamado Instituto Técnico Superior de Agro Tecnología de las Américas, ubicado en Divisa, provincia de Herrera. Leche derramada.