Largas filas, cupos limitados y regaños, relatos de quienes sufren el COVID-19 en Panamá Oeste

En instalaciones del Ministerio de Salud (Minsa), como los centros de salud y los Minsa-Capsi, los hisopados están limitados a una cantidad de personas. La medida debe cambiar con la cuarentena de dos semanas decretada para Panamá y Panamá Oeste.

La queja en las instalaciones de la CSS es la misma, pero la directora institucional niega que esto ocurra

Realizan 65 pruebas voluntarias durante operativo de playas en Panamá Oeste
Personal de salud realizando pruebas de COVID-19 en Panamá Oeste. / Foto/Minsa
Urania Cecilia Molina - Corresponsal Digital
04 de enero 2021 - 06:10

Panamá Oeste/Apolinar Torres, un profesor de inglés de 52 años de edad, no oculta el disgusto que le causa recordar todas las peripecias que tuvo que pasar para lograr que le confirmaran que estaba infectado del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.

Torres pagó 60 dólares en un laboratorio privado para poder comprobar que se había infectado, porque no encontró respuesta en las instalaciones sanitarias de la Caja de Seguro Social (CSS) ni del Ministerio de Salud (Minsa), a las cuales se acercó para hacerse el hisopado.

El disgusto aflora en su voz cuando habla del recorrido que realizó por la policlínica Santiago Barraza, en el corregimiento de Barrio Colón; el Centro de Atención Primaria de Salud Innovadora (Minsa-Capsi) Magaly Ruiz, en el corregimiento El Coco y el centro de Salud de los Altos de San Francisco, en el corregimiento de Guadalupe, para hacerse la prueba y lo único que encontró fue “frustración y molestia”, porque para saber que estaba contagiado primero tenía que sacar un cupo.

Este recorrido le permitió conocer que la cantidad de cupos para hacer hisopados que se entregan diariamente en estas instalaciones sanitarias: “En la policlínica Santiago Barraza otorgan 100, en el Magaly Ruiz entregan 25 y en los Altos de San Francisco solo 15”, indicó Torres, quien agregó que esto obliga a las personas a madrugar y si no consiguen el cupo a “regresar y regresar” .

Además confesó que descubrir que debía sacar un cupo para hacerse un hisopado no es lo único que le provocó un disgusto, porque su asombro fue mayúsculo al observar la poca sensibilidad que tienen los funcionarios al momento de atender a los pacientes. “Los regañan y los culpan de estar contagiados. Por lo que aprecie, asumen que están así por estar en fiestas o reuniones”, dijo.

Con más tranquilidad habló del beneficio de tener un carro para recorrer los 6.7 kilómetros que separan a la policlínica Santiago Barraza del Minsa-Capsi, Magaly Ruíz, así como los 3.6 kilómetros que existen entre el Magaly Ruíz y el centro de Salud de los Altos de San Francisco, pero su enojo volvió cuando pensó en las decenas de personas que por no tener esta facilidad deben viajar en transporte público, autobús o taxi, en busca de un lugar para hacerse la prueba. “Estas personas se convierten en un foco de contagio para otros por culpa de las propias autoridades”, denunció Torres.

Añadió que tanto él como su mamá, su hermana y su esposa, las cuales también estaban contagiadas, superaron la enfermedad gracias a que contaban con recursos propios y de familiares, porque del Gobierno solo recibieron una bolsa que contenía: dos libras de arroz, varios sobres de café, tres latas de sardina, medio galón de aceite, un litro de leche, dos paquetes de lentejas, dos libras de azúcar morena, una crema de maíz, un paquete de macarrones, un paquete de sal y dos pastas de tomate.

Contenido que trae la bolsa de comida para las personas que enferman por COVID-19
Contenido que trae la bolsa de comida para las personas que enferman por COVID-19 / Cortesía.

Con indignación Torres comentó que rechazó la bolsa, aunque se la llevaron, porque su principal necesidad no era la comida, sino recibir una atención médica oportuna, para saber que medicamentos tomar ante cualquier síntoma que apareciera de la enfermedad. En este aspecto, denunció que le dieron un número para llamar ante cualquier duda que se le presentara, pero se cansó de marcar sin recibir respuesta.

La experiencia del docente de inglés Torres, la vivió Isabel Lavalle y su hija de 21 años de edad, cuyo nombre, prefiere omitir. La Valle contó que hacer una larga fila, esperar por horas y someterse al frío de la madrugada son algunas de las situaciones que viven las personas que se acercan al Minsa-Capsi Magaly Ruiz para hacerse un hisopado para detectar el SARS-CoV-2.

A las 2:00 de la mañana comienzan a llegar las personas para formarse a las puertas de esta institución informó La Valle, quien junto a su hija se acercó a la instalación de salud el pasado 29 de diciembre. Recordó que ese día, el frío de la madrugada arropaba a los posibles positivos, quienes al igual que ella y su hija, por salir de la duda estaban obligados a permanecer en el lugar, aún con un panorama desalentador de una fila con personas con visible tos y dificultad respiratoria que crecía y crecía.

La Valle expresó que en la fila pasaron los segundos, los minutos y las horas. A las 7:00 a.m. se abrieron las puertas para dejar entrar a las primeras 30 personas que llegaron, debido a que era el número de cupos asignados para ese día, aunque fuera de la instalación había por lo menos 20 personas más esperando por un hisopado, las cuales se tuvieron que retirar.

Entrar era un paso, porque había que esperar una hora más aproximadamente para que los funcionarios comenzarán a registrar a los pacientes. Lo hacían en grupos de cinco integrantes. Se paga un dólar para recibir asistencia médica y una hora después, es decir a las 9:00 a.m. empieza oficialmente la toma de los hisopados de prueba rápida.

La toma de la muestra tarda unos cinco segundos por paciente.

A los que resultaron positivos les entregaron una bolsa de comida con alimentos básicos y un kit de medicamentos, como fue el caso de su hija. señaló La Valle.

Mientras, los que resultaron negativos, pero viven con una persona que salió positivo, le hacen una segunda prueba. Se trata de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) que se envía al Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud para su análisis. Los resultados deben entregarse al paciente hasta en 72 horas como máximo, pero en el caso de La Valle entrará en el día siete sin recibir el resultado, mientras su estado de salud se complica.

Autoridades de Salud de Panamá Oeste responden

El director provincial de Panamá Oeste, Kevin Cedeño, explicó que otorgar cupos para hacer hisopados es una medida que se adoptó desde días antes del rebrote de la enfermedad, porque anteriormente se encargaban de hacer los hisopados en casa los equipos de respuesta rápida que existen en las diferentes instalaciones sanitarias.

La causa de otorgar cupos, explicó Cedeño, se debió a la falta de personal en las instalaciones de salud, porque se encontraban en las diferentes tareas que se realizan para enfrentar la Covid-19. Agregó que esto producía que un solo médico se quedará en los centros de salud para atender a la población. No obstante, indicó que con el establecimiento de la cuarentena dejarán de atender estas otras patologías o su demanda se reducirá, lo que les permitirá tomar hisopados de manera ilimitada y con una libre demanda.

Cedeño recalcó que lo más importante para contener el virus es mantener las medidas de prevención individual como es evitar reuniones con personas ajenas a la burbuja familiar, usar mascarillas, protector facial, mantener la distancia y lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón o alcohol, así como evitar las aglomeraciones.

Mientras, la directora institucional de la CSS en Panamá Oeste, Herminia Mariscal, negó que en la policlínica Santiago Barraza exista un límite de cupos diarios para realizar los hisopados.

Herminia Mariscal, doctora institucional de Panamá Oeste
Herminia Mariscal, doctora institucional de Panamá Oeste / Cortesía CSS.

En ese sentido, indicó que en esta instalación toman muestras para detectar la COVID-19 desde las 7:00 a.m. hasta las 4:00 p.m., por orden de llegada.

Agregó que cada día se monitorea el informe de número de pruebas por el laboratorio y mostró la estadística del 31 de diciembre pasado en la que se refleja que en las carpas ubicadas en esta policlínica hicieron 244 pruebas y con el equipo de respuesta rápida 24 para un total de 268 hisopados.

Mariscal, no obstante, acepta las quejas de la población, pero las atribuye a que llegan en momentos en que se ven en la necesidad de hacer altos en la prestación de este servicio para evitar la aglomeración de personas. La funcionaria indicó que esto ocurre, porque la fila está desbordada, lo que también representa un riesgo de contagio para los usuarios.

Por eso, expresó la doctora, piden no acudir al área de hisopado asintomático, por viajes o procedimientos privados, al igual que si estuvieron en una fiesta la noche anterior y están preocupados por el temor de estar en riesgo.

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