Master Chef Celebrity
En vivo
El estudio, publicado en la revista científica Schizophrenia Bulletin, revela que este fenómeno, conocido como alucinaciones auditivas, ocurre cuando el cerebro falla al distinguir entre la voz interna y la externa, un avance que podría transformar la comprensión y el tratamiento de la esquizofrenia.
Las alucinaciones auditivas son uno de los síntomas más característicos de los trastornos del espectro esquizofrénico. Muchas personas describen oír voces o sonidos que parecen provenir del exterior, a pesar de no haber estímulo alguno. Aunque este fenómeno puede presentarse en diferentes contextos de la vida, es más frecuente entre quienes tienen un diagnóstico psiquiátrico.
El equipo encabezado por T. Whitford, junto a los investigadores Chung, Griffiths y otros colaboradores, reunió a 142 participantes para estudiar la actividad cerebral durante tareas de imaginación verbal. Según detalla el portal Psicología y Mente, los científicos utilizaron electroencefalografía (EEG) para medir las respuestas de la corteza auditiva, la región encargada de procesar los sonidos.
Durante el experimento, los participantes escuchaban sílabas a través de auriculares mientras imaginaban palabras en su mente. Sin saberlo, algunas de las sílabas reproducidas coincidían con las que imaginaban. En las personas sin antecedentes de esquizofrenia, el cerebro mostró una disminución de la actividad auditiva cuando coincidían ambos estímulos, el imaginado y el real, lo que indicaba que el sistema cerebral había reconocido el sonido como propio y lo procesaba como algo auto-generado.
Este hallazgo refuerza una hipótesis central de la neurociencia: el cerebro emite señales internas que sirven para diferenciar lo que proviene del propio pensamiento de lo que viene del entorno. Sin embargo, los resultados fueron completamente distintos en el grupo que había experimentado alucinaciones auditivas recientes. En ellos, la corteza auditiva aumentó su actividad ante la coincidencia, lo que sugiere que el sistema que debería avisar al cerebro que el sonido es interno no funciona correctamente.
“Esto implica que la persona puede interpretar su propio pensamiento como si fuera una voz externa”, explicaron los autores. Por su parte, en el grupo con diagnóstico de esquizofrenia pero sin alucinaciones recientes, las respuestas cerebrales se ubicaron entre ambos extremos, lo que sugiere una relación directa entre la frecuencia de las alucinaciones y la magnitud del fallo cerebral.
Te puede interesar: Keanu Reeves vive momento de terror al ser acosado por fan que gritó ser su 'esposa divina'
Te puede interesar: Cabezazos en el fútbol aumentan el riesgo de daño cerebral y problemas de memoria, según estudios
El estudio resalta que todas las personas poseen una voz interior, utilizada en los momentos de reflexión o planificación mental. De hecho, pensar activa las mismas áreas cerebrales involucradas en el habla. Lo que diferencia a quienes experimentan alucinaciones es una disfunción en el mecanismo que separa lo interno de lo externo, generando una confusión entre los pensamientos propios y las voces ajenas.
Los investigadores consideran que este hallazgo abre la puerta a nuevos biomarcadores para detectar tempranamente la psicosis. Hasta ahora, no existía ninguna herramienta objetiva capaz de predecir o medir la propensión a las alucinaciones auditivas. La actividad cerebral registrada por EEG podría convertirse en una futura herramienta diagnóstica, permitiendo evaluar a personas en riesgo antes de que los síntomas se manifiesten plenamente.
Además, los resultados ofrecen una base científica para desarrollar terapias personalizadas. Comprender el punto exacto donde el cerebro confunde las señales internas podría ayudar a diseñar tratamientos que entrenen al sistema auditivo a reconocer su propia voz, reduciendo la intensidad o frecuencia de las alucinaciones.
“La identificación del fallo en la predicción sensorial refuerza la idea de intervenir directamente en la actividad neuronal involucrada”, concluyeron los investigadores.
El avance representa un paso decisivo hacia una comprensión más profunda del cerebro humano. Más allá del campo de la esquizofrenia, este descubrimiento plantea interrogantes fascinantes sobre cómo la mente construye la realidad. Comprender por qué algunos pensamientos suenan como voces ajenas no solo puede aliviar el sufrimiento de quienes viven con este síntoma, sino que también podría redefinir la frontera entre la percepción, la conciencia y la identidad.