Noticiero M.D.
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Ciudad de Panamá/La noche del pasado sábado, una alerta de tsunami se emitió por el sismo de 7.6 grados en el Caribe, que incluía países centroamericanos, México y Puerto Rico, encendiendo las alarmas en el país. Sin embargo, con el paso de las horas, el nivel de la alerta disminuyó, eliminando el peligro inminente para Panamá.
No obstante, aprovechando la coyuntura, es importante conocer los recursos, estrategias y la colaboración con los que cuenta Panamá para hacer frente a eventos de gran magnitud.
Omar Smith, director del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), explicó el proceso de monitoreo y las herramientas que el país emplea para alertar a la población ante fenómenos naturales de este tipo.
Smith destacó que el Sistema de Alerta Temprana de Panamá depende de fuentes como el Pacific Tsunami Warning Center (PTWC) de la NOAA, que emite los primeros reportes sobre la magnitud y posible impacto de las olas. Estos informes iniciales, aunque generan alarma, suelen ser revisados y actualizados con rapidez. En el caso del tsunami potencial del pasado fin de semana, a tan solo una hora de la emisión de la alerta inicial, el riesgo fue descartado, demostrando la eficiencia del sistema de monitoreo panameño, afirmó Smith.
Una de las claves para enfrentar amenazas como tsunamis es la colaboración entre las autoridades y las comunidades locales. Según Smith, uno de los objetivos principales del Sinaproc es preparar a la población para que pueda reaccionar de manera adecuada ante situaciones de emergencia. "La comunidad tiene que estar mejor preparada, porque los refuerzos de los organismos de emergencia y seguridad tardan en llegar", enfatizó el director.
A nivel de las zonas costeras y comarcales, Sinaproc ha trabajado estrechamente con los residentes, brindando información y capacitando sobre cómo identificar señales de riesgo. Este esfuerzo de preparación también se extiende a la colaboración con otras entidades de seguridad como el Servicio Nacional de Aeronáutica Civil y el Servicio Nacional de Fronteras.
Durante la emergencia, uno de los grandes desafíos fue manejar la desinformación que circuló rápidamente a través de las redes sociales. Smith recalcó la importancia de consultar únicamente las fuentes oficiales, ya que en muchos casos, la alarma generada por noticias no verificadas causó pánico innecesario. "La campaña contra las fake news debe ser constante", declaró, recordando que el pánico puede ser tan peligroso como el evento mismo.
Además, el director resaltó que los panameños deben aprender a diferenciar entre un riesgo real y una alerta que podría no tener consecuencias graves, como fue el caso del tsunami de 1882 que afectó la región de Guna Yala, donde más de 75 personas perdieron la vida.
No obstante, Smith reconoció que hay que potenciar los sistemas de alerta, porque los sismos, tsunamis y sus alertas se van a seguir registrando.
Con la temporada seca en el pleno y la aproximación de las fiestas del Carnaval en el país, los operativos de seguridad también se intensifican. Smith expresó que, desde diciembre, más de 25,000 personas han disfrutado de las playas de manera segura, sin que se hayan registrado fatalidades en las áreas de cobertura de Sinaproc.
Si bien ha habido algunos ahogamientos por inmersión, no ocurrieron en los puntos vigilados por las autoridades. “No es una satisfacción, la idea es que lleguemos a cero muertos por ahogamiento”, aclaró.
Este año, más de 300 personas, en su mayoría voluntarios, estarán encargadas de garantizar la seguridad de los asistentes a las festividades del Carnaval, especialmente en las áreas de playa. Además, las autoridades recomiendan a los ciudadanos revisar las condiciones de sus vehículos antes de viajar y tomar medidas preventivas, como realizar paradas técnicas durante los desplazamientos largos.