Llega a la Asamblea propuesta de plebiscito sobre permanencia de Panamá en el Parlacen
El anteproyecto de ley plantea la pregunta: ¿Está de acuerdo con que la República de Panamá permanezca en el Parlamento Centroamericano (Parlacen)? .
Panamá/La propuesta de que Panamá se retire del Parlamento Centroamericano (Parlacen) volvió ayer a escena. Esta vez, con una fórmula distinta: un plebiscito.
La iniciativa llegó a la Asamblea Nacional este jueves, presentada por el diputado Neftalí Zamora, quien propone que se consulte directamente al pueblo si desea que el país continúe formando parte del organismo regional.
El anteproyecto de ley plantea la pregunta: ¿Está de acuerdo con que la República de Panamá permanezca en el Parlamento Centroamericano (Parlacen)? . La consulta no sería vinculante, pero sí serviría como un termómetro ciudadano para orientar las decisiones del Ejecutivo en materia de política exterior.
"El resultado del plebiscito descrito por la presente ley será publicado por el Tribunal Electoral y no será vinculante", se lee en la propuesta.
Cabe recordar que, el Código Electoral no establece que los plebiscitos sean vinculantes. Además, las relaciones exteriores del país, conforme al artículo 184 de la Constitución, es facultad del Presidente de la República. De acuerdo con Zamora, "esta iniciativa no tendría el mismo vicio de inconstitucionalidad que tuvo la pasada Ley 78 de 11 de diciembre de 2009 que intentó sacar a Panamá del Parlacen y fue declarada inconstitucional".
La propuesta revive un debate que ha sido constante desde hace más de una década. En 2009, la Asamblea aprobó una ley que intentaba retirar a Panamá del Parlacen, pero fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia en 2012. En aquella sentencia, la Corte aclaró que, aunque el país tiene derecho a retirarse, no puede hacerlo de forma unilateral a través de una ley ordinaria, sin respetar los tratados internacionales.
“No le veo utilidad”
El tema también ha sido abordado por el presidente José Raúl Mulino, quien en 2024 expresó abiertamente su posición crítica hacia el Parlacen. “Hoy día no cumple ningún propósito integracionista ni positivo para el país”, dijo el mandatario, quien además consideró que Panamá ya había hecho su esfuerzo para salir del organismo, sin éxito.
En lo personal no le veo al Parlacen ninguna utilidad, pero tampoco puedo sacar al país del Parlacen. Es una posición un poco contradictoria, pero no lo puedo sacar”, afirmó Mulino en aquel momento.
El Presidente incluso sugirió que, de cara a las elecciones de 2029, podría abrirse una “ventana de oportunidad” para debilitar la representación panameña dentro del organismo, si los partidos políticos llegaran a un acuerdo para no postular candidatos.
Costos, inmunidades y falta de resultados
La permanencia de Panamá en el Parlacen no solo ha sido cuestionada por su utilidad, sino también por los costos que implica. El Estado panameño destina más de $2.3 millones anuales a este órgano regional. Cada uno de los 20 diputados panameños asignados al Parlacen recibe un salario mensual de $4,900, además de inmunidades similares a las de los diputados de la Asamblea Nacional.
Estas inmunidades, en el Tratado Constitutivo del Parlacen, complican las investigaciones judiciales a expresidentes, exvicepresidentes y otros actores políticos que, al finalizar su mandato, pasan a formar parte de este foro con sede en Guatemala. De hecho, en Panamá los diputados de ese organismo regional solo pueden ser investigados por el pleno de la Corte Suprema de Justicia, lo que, según el proyecto, ha entorpecido históricamente procesos judiciales sensibles.
A todo esto se suma que las resoluciones del Parlacen no son vinculantes y que Panamá ya forma parte de otros organismos regionales como el SICA, la ODECA, la AEC, entre otros, lo que hace que su permanencia en el Parlacen no sea determinante para su política de integración regional.
Un referendo simbólico, pero estratégico
Aunque el plebiscito propuesto no obligaría legalmente al Ejecutivo a actuar, sus promotores consideran que tendría un fuerte valor político y moral.
El objetivo no es violentar las atribuciones del presidente ni el derecho internacional, sino ofrecerle una base democrática sobre la cual pueda actuar”, señala el documento.
Además, se argumenta que una votación popular en contra del Parlacen podría fortalecer la posición de Panamá en futuras negociaciones con los demás Estados parte del tratado.
El Tribunal Electoral sería el encargado de fijar la fecha y organizar la consulta, la cual tendría que celebrarse dentro de los dos años siguientes a la promulgación de la ley.
Con esta propuesta, el debate sobre el Parlacen —que parecía archivado tras el fallo de 2012— vuelve a instalarse en el centro de la discusión política nacional, ahora con la promesa de que sea la ciudadanía quien tenga la última palabra.