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Ciudad de Panamá, Panamá/Durante la sesión en la que la Asamblea Nacional aprobó en segundo debate el proyecto de ley que establece medidas para la prevención de pérdidas de alimentos y la promoción de la seguridad alimentaria, el cardenal José Luis Lacunza elevó un contundente llamado a la conciencia nacional, al señalar que la indiferencia y la corrupción han dejado sin futuro a miles de panameños que viven en condiciones de pobreza y exclusión.
Vengo a darle voz a esos más de 200 mil panameños que no tienen voz, pero tienen hambre”, expresó Lacunza ante el pleno legislativo, antes de iniciar un discurso marcado por el sentimiento y la reflexión social.
El cardenal lamentó que la sociedad panameña actúe muchas veces de forma reactiva y no proactiva, esperando tragedias para mirar las realidades de los más vulnerables.
Solamente cuando hay algo que nos golpea es cuando nos damos cuenta de las realidades que viven tantos hermanos y hermanas nuestras”, advirtió.
En su intervención, Lacunza recordó la reciente tragedia en el distrito de Mironó, comarca Ngäbe Buglé, donde dos niñas perdieron la vida al ser arrastradas por un río crecido por las lluvias del huracán Melissa mientras intentaban llegar a su escuela.
Fueron arrastradas por las caudalosas aguas de la indiferencia nacional y la corrupción de gobiernos presentes y pasados. Su futuro se ahogó cuando el dinero llenó bolsillos en lugar de construir puentes y caminos para una población que confió sus votos a administradores incapaces de mirar más allá de su avaricia”, dijo el cardenal con tono de denuncia.
“La muerte no llegó a Mironó; vive allí, convive con los marginados (...)”, añadió el cardenal. Las víctimas son dos niñas de 5 y 8 años. Ambas cursaban kínder y primer grado en el Centro Educativo de Cascabel. Otras tres víctimas, una niña y dos niños, de 10, 11 y 12 años, resultaron con heridas y fueron auxiliados por moradores del área. Eran estudiantes de la escuela básica del área, que intentaban cruzar la quebrada Pita, un afluente que se encontraba crecido debido a las intensas lluvias que afectan la región.
No fue la quebrada la que los mató; fue nuestra indiferencia, nuestro silencio cómplice, la injusticia que avanza impune, que roba la esperanza a quien nada tiene y condena el porvenir de toda una nación. No miremos con indiferencia; sembremos esperanza en aquellos que, como dije antes, no tienen voz, pero tienen hambre”, dijo.
El hecho se registró el lunes, cuando cinco menores regresaban a sus hogares después de clases. Según el reporte preliminar, todos intentaron cruzar la quebrada que había aumentado su caudal producto de las intensas lluvias, cuando fueron sorprendidos por la corriente.
El proyecto de ley 391, impulsado por el diputado Ariel Vallarino del partido Realizando Metas, busca crear un marco normativo que reduzca el desperdicio de alimentos y fortalezca la seguridad alimentaria del país.
Entre sus principales disposiciones, la ley establece la reglamentación sanitaria de los productos rescatados, bajo supervisión del Ministerio de Salud, para garantizar su inocuidad, calidad y aptitud para el consumo humano.
La iniciativa, aprobada con 50 votos a favor, beneficiará a distintos sectores: el empresarial, al permitir una mejor gestión de inventarios y reducir pérdidas; las organizaciones sociales, al asegurar un flujo más constante de alimentos; y la comunidad en general, al contribuir a reducir el hambre y promover una cultura de aprovechamiento responsable de los recursos.
Con voz pausada pero firme, el cardenal Lacunza concluyó su mensaje recordando que la verdadera fe se demuestra con hechos. “No podemos seguir indiferentes ante el hambre de tantos. La solidaridad no es caridad; es justicia”.
Con información de Meredith Serracín.