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Ciudad de Panamá, Panamá/La alcaldesa de San Miguelito, Irma Hernández, presentó este lunes los detalles del nuevo régimen tributario que entra en vigor en el distrito. Con el objetivo de mejorar la recaudación y modernizar el sistema fiscal local, Hernández destacó que la iniciativa busca erradicar las malas prácticas de administración del pasado y garantizar una mayor transparencia en el manejo de los recursos municipales.
Según sus declaraciones, "este régimen llega para cambiar la forma en la que se estaba contribuyendo al distrito", subrayando la necesidad de avanzar de una gestión financiera donde “no había” a una en la que se pueda decir “sí hay, sí puedo y sí voy a resolver”.
Uno de los aspectos más relevantes del nuevo sistema es la reducción de la discrecionalidad en la aplicación de los impuestos, lo que promete establecer un estándar claro para las actividades comerciales. Sin embargo, la implementación de este régimen ha generado un fuerte debate entre los comerciantes locales, quienes advierten sobre el impacto negativo que podría tener en sus negocios.
Una reunión entre la alcaldesa y representantes de la Cámara de Turismo, la Asociación de Restaurantes y la Asociación de Comerciantes de Víveres dejó en evidencia el malestar de los empresarios con las nuevas tarifas fiscales. Según ellos, los aumentos propuestos son desmesurados y podrían poner en riesgo la viabilidad de muchos comercios, además de aumentar los costos para los consumidores.
Domingo De Obaldía, vocero de la Asociación de Restaurantes, detalló una de las situaciones más alarmantes: “Uno de los restaurantes paga $555 dólares mensuales hoy; con la nueva tarifa, pagaría $1,330 dólares. Eso no se puede justificar de ninguna forma”.
Según De Obaldía, si bien comprenden la situación económica del municipio, los comerciantes insisten en que el incremento debe ser razonable y equilibrado para no afectar la estabilidad de los negocios.
Además del aumento en los impuestos, los comerciantes plantearon otra preocupación relacionada con la proliferación de vendedores informales en el distrito. Este fenómeno, según los empresarios, afecta tanto la competitividad como la formalidad de los comercios establecidos. Durante el encuentro, los empresarios sugirieron que el nuevo régimen tributario podría incluir mecanismos para integrar a los vendedores informales al sistema tributario, de manera que todos los actores económicos contribuyan equitativamente al desarrollo del distrito.
Rino Tamburelli, presidente de la Asociación de Restaurantes de Panamá (ARAP), destacó que la alcaldesa estuvo dispuesta a escuchar sus inquietudes.
“La alcaldesa está clara, fuimos bien recibidos, creo que ella entendió nuestro mensaje y lo más bonito es que aceptó hacer una mesa de negociación... Creo que vamos por un buen camino”, expresó Tamburelli, quien añadió que el tesorero y el encargado de tributación del municipio también participaron en la discusión.
La alcaldesa Irma Hernández, por su parte, defendió el nuevo régimen tributario, argumentando que este modelo permitirá una mayor transparencia en la recaudación y contribuirá al fortalecimiento económico del municipio. Según la mandataria, el aumento de los impuestos tiene como fin mejorar la infraestructura y los servicios en el distrito, que históricamente han sido limitados por la falta de recursos.
No obstante, los comerciantes insisten en que los incrementos pueden ser insostenibles, especialmente para los pequeños negocios, lo que podría derivar en cierres y pérdida de empleos. La amenaza de un aumento del desempleo y la desaparición de comercios pequeños son las principales preocupaciones que ahora rondan el ambiente empresarial de San Miguelito.
El debate sobre el nuevo régimen tributario en San Miguelito pone en evidencia el delicado equilibrio entre la necesidad de mejorar la recaudación municipal y la protección de la economía local. A medida que las conversaciones entre autoridades y comerciantes continúan, queda claro que la implementación de estas reformas será un desafío, pero también una oportunidad para repensar el modelo económico del distrito.
Si bien la alcaldesa se muestra optimista sobre los beneficios de este cambio para la transparencia y eficiencia del municipio, los comerciantes continúan pidiendo una revisión más detallada de las nuevas tarifas, con el objetivo de evitar consecuencias adversas para los pequeños comercios y el empleo en la región.
La clave, según los empresarios, será encontrar un punto de acuerdo que permita a todos los sectores contribuir de manera justa sin poner en riesgo su sostenibilidad.
A medida que se avanza hacia una mesa de negociación, la incertidumbre sobre el impacto real del régimen tributario en la economía local sigue siendo el tema central de conversación entre los habitantes de San Miguelito.
Con información de Yenny Caballero.