Repetición: Jelou!
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Chiriquí, David/A finales del mes pasado, la calidad del agua del río La Villa, uno de los afluentes más importantes de la región de Azuero, ha desatado una controversia ambiental entre el Ministerio de Ambiente y el gremio de porcinocultores, luego de que el ministro Juan Carlos Navarro señalara a la actividad porcina como una de las principales fuentes de contaminación en la región.
El problema en Azuero es el mismo que tenemos a nivel nacional: estamos contaminando con aguas servidas, plantas de tratamiento deficientes y agroquímicos. Hay productos prohibidos en Europa que se siguen usando aquí. Es absurdo, y estamos presentando legislación para corregirlo”, afirmó Navarro durante un recorrido por la provincia de Chiriquí.
Agregó que también hay afectaciones provocadas por actividades agrícolas como la porcinocultura y la deforestación.
Según el ministro, el país atraviesa una “anarquía ambiental”, tras décadas de abandono institucional, pero el Gobierno ha iniciado esfuerzos para ordenar el territorio, rescatar cuencas hidrográficas y fiscalizar sectores como la porcinocultura.
Estamos viviendo una tragedia en Azuero. De nada sirve tener una potabilizadora si no tenemos agua pura ni una cuenca bien mantenida”, acotó Navarro.
El titular de MiAmbiente aseguró que se ha creado un equipo de acción rápida que atiende denuncias de contaminación en 48 horas, lo que ha permitido imponer sanciones. “Recientemente, se impuso una multa de 968,000 dólares a una industria de la capital que llevaba décadas contaminando”, reveló.
Navarro, el pasado 17 de junio, en conferencia de prensa, citó estudios e imágenes satelitales comparativas entre 2003 y 2025 que muestran cómo lagunas de oxidación mal construidas, vinculadas a actividades porcinas, fueron edificadas sobre quebradas, alterando sus cauces y vertiendo desechos directamente a los ríos.
Sin embargo, desde el sector porcino rechazan rotundamente estas afirmaciones. Juan Guevara, presidente de la Asociación de Porcinocultores Unidos de Panamá, aseguró que ninguna granja inspeccionada está contaminando ríos directamente.
Todas cuentan con su instrumento ambiental. Aquí lo que no se quiere admitir es que hay un colapso del sistema de alcantarillado, una funcionalidad deficiente en las plantas de tratamiento y poca vigilancia en barriadas y vertederos. Eso es lo que está contaminando”, manifestó Guevara.
Guevara también señaló que los descargues al río La Villa provienen, en su mayoría, de malas prácticas agrícolas con agroquímicos y de dos represas que retienen sedimentos, contribuyendo a la afectación del afluente.
“No se ha comprobado ni una sola granja vertiendo desechos directamente a ningún río o afluente”, enfatizó Guevara, en respuesta a los señalamientos del ministro.
A pesar de la defensa del gremio, MiAmbiente mantiene que algunas instalaciones porcinas representan una amenaza directa a los recursos hídricos, y continúa con inspecciones en campo como parte de su estrategia de fiscalización y recuperación ambiental.
Con información de Demetrio Ábrego.