'La historia no se destruye': vigilia por el patrimonio cultural chino en Panamá
Durante una conferencia de prensa este domingo, representantes de la comunidad expresaron su pesar por lo ocurrido la noche del sábado, cuando maquinaria pesada derribó la estructura sin previo aviso, acción que calificaron como "arbitraria y carente de diálogo".
Ciudad de Panamá, Panamá/Con las linternas de los celulares encendidas y exigiendo justicia, miembros de la Comunidad China en Panamá y miembros de la sociedad civil realizaron una vigilia en el Mirador de las Américas, como un llamado a proteger el patrimonio cultural.
La actividad surge a raíz de la demolición del monumento de la etnia china en Panamá, en este punto cercano al puente de las Américas.
Esta vigilia, bajo el lema: "La cultura merece respeto, la historia no se destruye", es un llamado urgente para la protección del patrimonio cultural.
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Ayer, en horas de la noche, maquinaria enviada por la Alcaldía de Arraiján demolió el citado monumento que conmemoraba la contribución de la etnia china en Panamá, con presencia en el país por más de 170 años.
La acción, que la Alcaldía de Arraiján calificó de "preventiva" generó una lluvia de reacciones en contra, entre ellas, la del presidente de la República José Raúl Mulino, la Cancillería de Panamá, el defensor del Pueblo, organizaciones, políticos, diputados, la sociedad civil, gremios y como era de esperarse, la comunidad China en Panamá.
Durante una conferencia de prensa, representantes de la comunidad expresaron su pesar por lo ocurrido la noche del sábado, cuando maquinaria pesada derribó la estructura sin previo aviso, acción que calificaron como "arbitraria y carente de diálogo".
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“Este parque representaba el esfuerzo de nuestros antepasados y la unión de la comunidad china con el pueblo panameño”, manifestaron voceros, al recalcar que el monumento no solo tenía valor cultural, sino también un profundo significado histórico y simbólico.
Representantes de la comunidad aseguraron que desde junio de 2024 intentaron establecer comunicación con la Alcaldía de Arraiján, sin éxito. No fue sino hasta el 12 de marzo de este año cuando lograron una reunión con la alcaldesa de Arraiján, Stefany Peñalba, en la que plantearon dos solicitudes concretas:
- La renovación del uso del terreno por 20 años, y
- La ejecución de un programa de mantenimiento del parque, reconociendo que la estructura requería atención.
Posteriormente, indicaron haber enviado nuevas solicitudes y propuestas formales en los meses de abril, junio y julio, tanto por documentos físicos como por correo electrónico. Sin embargo, señalaron que ninguna recibió respuesta, hasta que se produjo la demolición.
La alcaldesa de Arraiján, Stefany Dayan Peñalba, justificó la remoción del monumento alegando riesgos estructurales y razones de seguridad, sustentadas —según explicó— en evaluaciones técnicas de la Dirección de Obras y Construcciones (DOYC).
Sin embargo, la comunidad chino-panameña indicó que, hasta horas antes de la demolición, el parque seguía recibiendo turistas y visitantes.
“Ese argumento de que por razón de seguridad y todo esto realmente a nosotros nos parece un poco difícil creer”, cuestionó Esteban Chu, miembro de esta Asociación.
El Gobierno Nacional ordenó la restauración inmediata en el mismo lugar del monumento que rendía homenaje a la presencia china en Panamá.
El Ejecutivo aclaró que no comparten la destrucción de un elemento cultural ancestral, que representa a una comunidad con 171 años de presencia histórica en el país, ni el procedimiento en que se ejecutó la acción, durante horas nocturnas, sin diálogo previo, sin aviso y sin comunicación con los sectores involucrados.
A través de un comunicado, la autoridad municipal señaló que se trata de una decisión autónoma y de carácter técnico, que no responde a presiones políticas ni busca ofender o negar el legado cultural de la comunidad china en Panamá.
Peñalba informó además que la Alcaldía será la encargada de la renovación del mirador, así como de impulsar su promoción turística con un enfoque panameño y multicultural, destacando que Arraiján representa “la puerta del oeste”.