Fallece el artista plástico Carlos Páez Vilaró

Fallece el artista plástico Carlos Páez Vilaró
Ap
24 2014 - 05:23

El artista plástico uruguayo Carlos Páez Vilaró murió el lunes a los 90 años de edad, en Casapueblo, en los acantilados de Punta Ballena, frente al mar, a 16 kilómetros del balneario de Punta de Este, Uruguay. "No hay un pésame. Papá trabajó hasta el último día, la única frase que le cabe es 'que descanse en paz'. Hasta el último minuto estuvo laborando y pensando proyectos para adelante. Eso fue lo que lo mantuvo hasta los 90 años", dijo su hijo Carlos, quien considera que su padre fue un "referente para todo Uruguay". El pintor, escultor y ceramista, estuvo desde muy joven vinculado a la cultura de los negros uruguayos, que inspiró buena parte de su obra. Nueve días antes de morir, Carlso Páez Vilaró participó en el desfile de llamadas, la fiesta más tradicional el carnaval uruguayo, en la cual las comparsas de "negros y lubolos (blancos pintados de negro)" marchan haciendo sonar sus tambores al ritmo del candombe, música de origen africano traída por los esclavos. En esa oportunidad, el pintor anunció que era la última vez que desfilaba en las Llamadas. Páez Vilaró había nacido en Montevideo el 1ro de noviembre de 1923, tuvo seis hijos. En África trabajó como coguionista de la película Batouk, que cerró el festival de Cannes en 1967. En 1972 le tocó vivir uno de los momentos más duros de su vida, cuando el avión en el cual viajaba su hijo Carlos, junto con sus compañeros de un equipo de rugby, se estrelló en la cordillera de los Andes. Páez Vilaró nunca dio por perdido a su hijo y fue uno de los padres que insistió en continuar buscando a los muchachos desparecidos en la montaña, a pesar de que la búsqueda oficial por parte de las autoridades había sido abandonada. Finalmente y tras 72 días, el hijo del pintor fue uno de los 16 jóvenes que apareció con vida. El caso, conocido como el "milagro de los Andes", ha sido contado en libros y películas de cine. Páez Vilaró falleció en Casapueblo, una residencia de formas impredecibles, considerada una "escultura habitable" que construyó por sus propias manos desde 1950. Allí vivía el artista, tenía su taller, un museo y también funciona un hotel.

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