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Las autoridades tradicionales indígenas de Ñokribo declararon un estado de alerta tras la reciente decisión del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) de suspender todas las actividades dentro de la Isla Escudo de Veraguas, ubicada en el Caribe panameño. Los líderes solicitaron al Gobierno reconsiderar la medida, debido al impacto económico que podría generar en los pequeños productores y en los residentes del área.
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Los representantes de los congresos locales y regionales expresaron que la resolución fue “inconsulta y perjudicial”, y advirtieron que afectará directamente las actividades económicas que garantizan el sustento de las comunidades indígenas asentadas en la zona.
La medida está amparada en la Resolución DM-0489-2025, a través de la cual MiAmbiente ordenó el cierre temporal por un año del Paisaje Protegido Isla Escudo de Veraguas–Degó, con el objetivo de asegurar la conservación de los ecosistemas marinos y terrestres, así como la protección de especies endémicas en peligro crítico de extinción.
MiAmbiente justificó la decisión señalando que el cierre responde a los daños ambientales y al desorden reciente observado en el sitio, declarado bien público indeleble y patrimonio histórico nacional desde 2002. Durante el período de restricción, quedarán suspendidas todas las actividades turísticas, pesqueras, recreativas, de navegación y construcción, así como cualquier aprovechamiento de recursos naturales.
Solo se permitirán actividades científicas, correctivas, de limpieza, restauración ambiental, monitoreo o control, previa autorización de la Dirección Nacional de Áreas Protegidas y Biodiversidad. Un informe técnico elaborado en octubre de 2025 documentó múltiples irregularidades dentro del área protegida.
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Entre ellas se encuentran depósitos de desechos sólidos, deforestación, construcciones ilegales sobre zonas de manglares, pesca de especies protegidas como la langosta del Caribe (Panulirus argus) y el cambute (Strombus spp.), así como el uso de trasmallos y otras artes de pesca no sostenibles.
Las comunidades han insistido en la necesidad de un diálogo urgente con las autoridades ambientales para buscar alternativas que permitan la protección del ecosistema, sin comprometer la sostenibilidad económica de los pueblos originarios.
*Con información de Demetrio Ábrego*