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Con la llegada del verano, cada vez más personas en Panamá se preparan para realizar actividades al aire libre, entre ellas el senderismo, una práctica que gana popularidad por el contacto con la naturaleza y los beneficios para la salud física y mental. Sin embargo, especialistas y autoridades recuerdan la importancia de hacerlo de manera responsable y únicamente en senderos adecuados y normalizados.
En el país existen rutas señalizadas y autorizadas dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP), que cuentan con condiciones más seguras para los excursionistas y que abarcan aproximadamente 32% de área terrestre y 12% de áreas marinas del territorio nacional.
Entre los senderos más recomendados se encuentran el Camino de Cruces, el Parque Nacional Soberanía (Camino del Oleoducto), el Parque Metropolitano, el Cerro Ancón, el Parque Nacional Altos de Campana y, para senderistas con mayor experiencia, el Sendero Los Quetzales, en el Volcán Barú. Estas áreas permiten la práctica del senderismo sin poner en riesgo la vida ni el entorno natural.
Las autoridades reiteran una serie de recomendaciones básicas antes de iniciar cualquier recorrido.
Asimismo, se aconseja llevar un teléfono móvil con batería de repuesto, mantenerlo protegido, informar a un familiar o amigo sobre el destino y la hora estimada de retorno, portar una chaqueta o capote impermeable y usar sombrero o gorra para protegerse del sol.
Ante cualquier emergencia durante la caminata, las personas pueden comunicarse al 911 o al 520-4426, líneas habilitadas para atender situaciones de riesgo.
El Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) hacen un llamado a disfrutar del verano con responsabilidad, recordando que la prevención y la planificación son claves para evitar incidentes durante las actividades de senderismo.