El gran Ronaldo, genio eterno del fútbol

El gran Ronaldo, genio eterno del fútbol
El gran Ronaldo, genio eterno del fútbol
Ap
15 de febrero 2011 - 17:23

La imagen es algo borrosa, pero no lo suficiente como para opacar al astro que plasma: Ronaldo roba el balón en la mediacancha y, casi de inmediato, elude a un jugador que ni siquiera agarrándolo por la camiseta puede detener su marcha. Cuatro futbolistas del Compostela intentan frenarlo. Todos terminan como actores de reparto para la obra maestra que pinta el delantero del Barcelona, que culmina con uno de los más fantásticos goles jamás vistos. Más que cualquiera de sus cientos de dianas, ese tanto, el 12 de octubre de 1996 en el estadio San Lázaro, encapsula la esencia de Ronaldo Luis Nazario de Lima. Potencia, elegancia, habilidad, rapidez, olfato goleador. Magia. Todo un Fenómeno. Quizás algunos no recuerden a ese Ronaldo, el que irrumpió en el fútbol europeo a los 17 años con el PSV Eindhoven y deslumbró con el Barcelona, el Inter y el Real Madrid. Tal vez la recta final —repleta de lesiones que lo llevaron al retiro el lunes a sus 34 años, y en los que su gordura se convirtió en el chiste de moda— hagan olvidar a un genio que deber ser mencionado en la misma oración que los Pelés, Maradonas y Cruyffs. "No estamos hablando de cualquier jugador, estamos hablando de uno de los mejores en la historia del fútbol, uno de los cinco mejores", señaló el ex timonel de la selección brasileña, Carlos Alberto Parreira. A veces es difícil explicar el fútbol con números. Se trata de un deporte en el que el cómo es casi tan importante como el cuánto. En el caso de Ronaldo, hizo muchos goles. Más importante aún, hizo muchos goles espectaculares. De todas formas, cabe mencionar algunas cifras. Ronaldo es el máximo artillero en la historia de los mundiales con 15 goles. Estuvo en cuatro mundiales (1994, 1998, 2002, 2006) y ganó dos (1994, 2002). Sus 62 dianas con la selección brasileña son la segunda mayor cantidad en la historia de la "Verdeamarela", sólo superada por Pelé. Se cansó de anotar con todas las camisetas que vistió, desde su debut con Cruzeiro a los 16 años hasta su paso por PSV Eindhoven, Barcelona, Inter, Real Madrid y el Milan. Lo ganó todo. Dos mundiales — aunque en el de 1994 no vio ni un minuto en la cancha. Dos Copas Américas. Ligas nacionales y copas domésticas. En tres ocasiones fue elegido por la FIFA como el mejor futbolista del planeta. "Es el mejor jugador que vi. Dondequiera que uno vaya en el mundo, la gente habla sobre Pelé y Ronaldo", afirmó el astro brasileño Kaká. Hay otro número tres que definió en gran medida su deslumbrante carrera: la cantidad de cirugías a las que se sometió en las rodillas, graves lesiones que hubiesen terminado con la carrera de la mayoría de los futbolistas. Pero no del Fenómeno. "Todos los brasileños estaremos eternamente agradecidos por lo que hizo por el prestigio de Brasil en los deportes", comentó la presidenta Dilma Rousseff. Agregó que Ronaldo es "un brasileño que se convirtió en un fenómeno". Dotado por un físico portentoso, el ariete de 1,83 metros de estatura poseía además una habilidad pasmosa para estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Si había que empujar una pelota al fondo de las redes, ahí estaba Ronaldo, listo para luego festejar con su ya famosa y enorme sonrisa, aquella con la separación en los dientes superiores que recorrió el mundo entero. Aunque muchas de sus anotaciones fueron producto del instinto goleador que necesita todo artillero de raza, también los tuvo sublimes, como aquel contra el Compostela. Hasta el propio entrenador de ese club, Fernando Vázquez, confesó sentirse "orgulloso" de que Ronaldo le marcara un tanto inolvidable. Aparte de las lesiones, una de las manchas en la carrera de Ronaldo fue su actuación en la final del Mundial de Francia 1998. Brasil era el gran favorito para alzarse con el título y el ariete había realizado un torneo magnífico, que incluso le valió ganar el Balón de Oro. En la final contra Francia, Ronaldo fue siquiera una sombra de sí mismo, sin velocidad, ritmo e inspiración. El misterio todavía rodea aquel partido y se dice que el brasileño sufrió un ataque de epilepsia horas antes del encuentro. Brasil perdió 3-0, una de las mayores decepciones en una carrera repleta de triunfos. Ronaldo tuvo su venganza cuatro años después en el Mundial de Corea-Japón 2002, donde fue la Bota de Oro con ocho tantos y marcó los dos goles en la victoria 2-0 sobre Alemania en la final. La última etapa de su carrera fue una casi interminable seguidilla de problemas. Después de ser uno de los caudillos del equipo "Galáctico", el Real Madrid lo envió al Milan en 2007. Con la camiseta rossonera tuvo sus altibajos, hasta que en febrero de 2008 se rompió el tendón rotuliano de la rodilla izquierda, la que no había sido afectada por las otras dos roturas de ligamentos que sufrió en 1999 y 2000 cuando vestía la camiseta nerazzurra del Inter. Por tercera ocasión, Ronaldo se recuperó casi providencialmente y regresó a Brasil, donde culminó su carrera con el Corinthians. Excedido de peso —en gran medida por el problema de hipotiroidismo que sufre— y lejos del nivel de antaño, llegó a ser abucheado por sus propios hinchas. Al igual que sus gestas en la cancha, su vida privada siempre estuvo en el centro de atención. Se le acusó de fiestero y trasnochador, de aficionado a la bebida y las mujeres. Salió con modelos y presentadoras de televisión. Pero nada podrá borrar su legado. "Es uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Para mí el futbolista más completo de la historia", opinó recientemente Zlatan Ibrahimovic, uno que entra en la conversación sobre los mejores jugadores de la última década. Ronaldo anunció que no desaparecerá del mundo del fútbol, y se dedicará a ser un embajador del Corinthians y a promover futbolistas jóvenes con su compañía de promociones deportivas. La discusión de moda en el fútbol es si Lionel Messi o Cristiano Ronaldo es el mejor futbolista del mundo. Algunos ya proclaman a Messi, a sus 23 años, como el mejor de la historia. Ronaldo fue Messi antes de que existiera Messi. Y, aunque muchos le dicen Ronaldo a Cristiano, el Fenómeno es y será siempre el único e incomparable Ronaldo.

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