Análisis de la telaraña haitiana, un equipo rocoso con mucha pegada

Descifrar la telaraña haitiana no será una misión fácil. Para lograrlo, los de “Bolillo” Gómez deberán sacar su mejor versión.

La Selección de Haití, rival de Panamá el viernes por las eliminatorias mundialistas de la CONCACAF, rumbo a Rusia 2018, es un rival más que complicado y enredado como una telaraña, mucho más en su casa, el Estadio Sylvio Cator de Puerto Principe, recinto con capacidad para 30 mil espectadores.

SomosLaSele analizó a fondo al cuadro dirigido por el francés Patrice Neveu, el que cuenta con 22 futbolistas que militan en el extranjero.

DESPLIGUE FUTBOLÍSTICO: Haití cuenta con un despliegue futbolístico que mezcla velocidad, sorpresa, control y posesión del balón con paciencia para exasperar a cualquier rival.

INTENSIDAD TOTAL: Por lo general, Haití gasta muchísima energía en el primer tiempo para, luego, replegarse en el segundo.

FUERZA Y MAGIA: Haití apela, además, a la fuerza de su magia y a las transiciones rápidas en el césped sintético de su recinto.

PICARDÍA: El delantero haitiano Duckens Nazon, quien milita en el Stade Lavallois de Francia, es un futbolista bastante pícaro y peligroso, sobre todo a espaldas de la defensa. Siempre busca sorprender a la profundidad y a los espacios para hacer daño. Puede ser una pesadilla y debe ser controlado por la zaga panameña. Ojo, “Bolillo”.

NO SE DUERMEN: Si sales dormido, los haitianos buscarán la portería rival desde el pitazo inicial. Los caribeños, casi siempre, intentan aplicar la receta mágica de rapidez y precisión en el dominio del balón, todo en busca de desesperar y agudizar la ansiedad del contrincante.

ORDEN TÁCTICO: Los haitianos respetan mucho el factor táctico. El equilibrio de su propuesta es importante para su cuerpo técnico.

FUERZA EN DEFENSA: Los haitianos son duros en la faceta defensiva y no se molestan en aguantar de ser necesario. Haití es un elenco que, si anda concentrado, logra sostener las incursiones de los atacantes rivales, siempre con calma y paciencia en momentos de angustia.