Estados Unidos, China y el Canal de Panamá
Economía panameña
La visita oficial de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi a Taiwán escaló las tensiones entre China y Estados Unidos, los dos mayores usuarios del Canal de Panamá.
Ciudad de Panamá, Panamá/Se trata de un nuevo capítulo de los enfrentamientos que ya había inaugurado el expresidente Donald Trump cuando asumió su presidencia imponiendo aranceles a productos chinos y dificultando la entrada de compañías tecnológicas asiáticas al mercado anglosajón, todo en medio de una fuerte retórica anti-china que impulsó en medios, y que, contra algunos pronósticos, escaló al plano militar su sucesor Joe Biden.
En esa línea y con un plan de "contener a China", Estados Unidos está armando sus bases en el Indo-Pacífico, además de ser el principal proveedor de armas de Taiwán, a pesar haberse adherido a la política de "una sola China" contenida en la Resolución 2758 de 1971 de la Asamblea General de las Naciones Unidas y que reconocen otros 181 países.
De acuerdo a Candy Chen, quien trabajó para la Embajada de Taiwán en Panamá y quien tradujo la homologación del Tratado de Libre Comercio entre ambos países, no es la primera vez que los taiwaneses reciben “año tras año, constantes amenazas e invasivos acercamientos de naves militares del gobierno chino”, notando que en los últimos años se han incrementado desde el gobierno taiwanés de Chen Shui-Bian y posteriormente con el actual gobierno de la presidenta reelecta Tsai Ing-Wen, quien ha sido la primera mandataria de Taiwán en viajar a Estados Unidos; además de la visita del Secretario de Salud de Estados Unidos a Taiwán en plena pandemia, explicó.
Panamá rompió relaciones diplomáticas con Taiwán en 2017 para reconocer desde entonces a China en el plano diplomático, algo que sumó a la histórica relación comercial existente con China, quien además, es el segundo mayor usuario del Canal de Panamá después de Estados Unidos.
¿Cuánto más podría escalar esta tensión a nivel geopolítico y cómo podría afectar a Panamá? Chen lamenta que Panamá haya perdido (reconociendo a China) una “relación tan privilegiada que todos los países latinoamericanos envidiaban”, refiriéndose a la pragmática relación diplomática que tenía el país con Taiwán paralelamente a la relación comercial con China. Por otro lado, pondera la neutralidad del Canal de Panamá y augura que “seguramente (Panamá) intentará mantener su relación distante y básica con China, como lo ha venido haciendo en los últimos gobiernos”, máxime cuando Estados Unidos viene realizando “esfuerzos internacionales por restringir el acceso del gobierno de China en plataformas y tecnologías así como 5G, redes sociales como TikTok, entre otros”, analiza Chen.
El Canal de Panamá, por su parte, confirmó en un correo electrónico contestado en medio de la disyuntiva por la solicitud de la Embajada de Ucrania en México de cerrar el paso por el Canal a los buques rusos que dicha solicitud –que rechazó– y cualquier otra de cierre, es “incompatible con el Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente del Canal y al Funcionamiento del Canal de Panamá”, reafirmando que la “vía acuática de tránsito internacional será permanentemente neutral tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra”. El tratado de Neutralidad, que cuenta con 40 Estados adheridos, entre ellos Rusia desde 1988, conlleva el compromiso de que el Canal no será objeto de represalias en ningún conflicto bélico entre otras naciones del mundo.
Chen, de descendencia taiwanesa, piensa que el Canal ha entendido que tiene que diversificar su negocio y “no depender completamente de las embarcaciones chinas solamente” en la coyuntura de las sanciones, las restricciones, la inflación y la pandemia, que han impactado toda la cadena de abastecimiento mundial.
Yulio Yao, exdiplomático quien participó en las negociaciones del Tratado Torrijos Carter y que preside actualmente el Centro de Estudios Estratégicos Asiáticos de Panamá (CEEAP) recordó que hubo un largo periodo de paz en el estrecho entre Taiwán y China continental para respetarse mutuamente como ‘un país, dos sistemas’: China tiene un gobierno comunista y Taiwán uno democrático. Yao sostiene que el affaire Pelosi-Taiwán no tiene nada que ver con el Canal de Panamá, pero que nota una “insistencia de Estados Unidos de involucrar el tema de Taiwán con Panamá”. Y esto, a su juicio, es un gran error. Panamá, recuerda Yao, se adhirió al principio de una sola China y “el separatismo de Taiwán debe ser ajeno a la política exterior panameña”.
El exdiplomático calificó de “sabia y compatible con la paciencia tradicional y el manejo pacífico de los problemas” la respuesta del gobierno chino ante la visita que China denunció internacionalmente como “una provocación” incluso antes de que Pelosi descendiera de su avión en la isla de Formosa.
El embajador de China en Panamá, Wei Quiang, alertó en un artículo de opinión publicado en La Estrella de Panamá que la visita de Pelosi resquebrajó “severamente la base política de las relaciones sino-estadounidenses”, acción que además de “atropellar gravemente” la soberanía y la integridad territorial de China, “envalentona abiertamente” a los elementos secesionistas y constituye una “seria amenaza” a la paz y la estabilidad del Estrecho de Taiwán.
Pero el plano diplomático es solo uno de los frentes abiertos entre los dos gigantes que se disputan la hegemonía mundial. Es sabido que Taiwán produce casi el 60% de todos los microchips y concentra otro tanto del mercado como fabricante de equipo original que luego revenden las marcas como repuestos. Esta es, según Chen, una de las razones por las que “el gobierno de China quiere apoderarse de la isla”. Pero el acceso directo de Estados Unidos a la isla también sería una ganancia para los gigantes tecnológicos alojados en Sillicon Valley.
Para Alex Neuman, consultor de tecnología y host del programa Vida Digital, la preocupación por el asunto tecnológico, en caso de escalar las tensiones, afectaría no solo a Taiwán sino a Shenzhen, ciudad china que alberga múltiples empresas y cuyo efecto alcanzaría también a las empresas de Estados Unidos y Europa, lo que traería un “golpe económico muy fuerte”.
Neuman piensa, sobre la visita de Pelosi a Taiwán, que “no fue el mejor momento ni de la mejor manera”. Recuerda también que ambos países (China y Estados Unidos) son mucho más interdependientes de lo que parece y que ambos pierden más de lo que ganarían si se aíslan.