Presupuesto del Estado 2024: La defensa del ministro Alexander

Presupuesto del Estado

Ministro del MEF, Héctor Alexander / Foto/TVN-2.com

Ciudad de Panamá, Panamá/El ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, presentó el miércoles pasado ante Benicio Robinson —y el resto de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional— el proyecto de presupuesto para 2024 y además, una defensa y justificación de su tiempo como ministro. Veamos qué dijo.

Contexto y crisis

Para iniciar, el ministro mostró estar muy consciente del significado de su participación del miércoles pasado, por lo que decidió aprovechar la ocasión.

Dado que ésta va a ser mi última presentación ante la Comisión de Presupuesto […] voy a querer hacer un pequeño recuento de cosas, que yo creo es importante que lo haga, para poner en perspectiva […] la labor que se ha hecho hasta ahora y […] dar ciertas explicaciones que creo que, es posible, nosotros no las hemos dado [tan] completo [como] debimos haberlo hecho”.

Alexander caracterizó su gestión económica del Estado como una de respuesta constante ante crisis tras crisis.

La primera, según el ministro, fue lo que él y su equipo encontraron al llegar al poder: cerca de $2,000 millones en cuentas por pagar, un déficit fiscal de $2,700 millones y otro déficit en ingresos por $1,600 millones. Un panorama completo de irresponsabilidad financiera.

En ese momento lo que yo pedí fue que hicieran un inventario de todas las cuentas y obligaciones que teníamos por pagar, para realmente ordenarlas y estar seguro que podíamos manejar este tema ya de una forma mucho más predecible”.

Mi primera tarea en el año 2019 fue viabilizar un presupuesto de la Nación. Y eso lo logramos en tiempo récord. Si se acordarán, para julio del año 2019 nosotros fuimos a los mercados de capitales”, dijo.

Entonces, la segunda crisis: la pandemia del COVID-19.

Pandemia y guerra

La economía se contrajo en casi 20%, los ingresos corrientes se desplomaron y la dependencia en la deuda externa se disparó.

Alexander explicó que su impulso fue responder con una contención del gasto presupuestado y también con un aumento de la deuda pública para poder financiar el cierre general de la economía.

Lo que hicimos nosotros, lo primero en el 2020, fue hacer una contención,” relató el ministro.

Yo llamé al director de presupuesto y le dije: quiero que hagan una contención de dos mil millones de dólares”.

¿De dónde salió esa figura?” pregunta el ministro retóricamente.

De ningún análisis científico. Para nada,” dice, sugiriendo un estilo intuitivo de administración económica.

Sencillamente, yo pensé que, sí, había que hacer una contención de dos mil millones de dólares para dos grandes prioridades que en ese momento teníamos nosotros, que eran cuidar la vida y la salud de los panameños y también [financiar el programa] Panamá Solidario”.

Además de la contención, vino el endeudamiento.

Tuvimos que pedir prestado para pagar operaciones,” dijo Alexander. “En el 2020, $1,400 millones prestados para pagar planilla”.

Es el peor de los mundos. Es como en la casa […] que ustedes tengan que pedir prestado para comprar la comida, pagar la luz, pagar el agua […] eso no es sostenible, de ninguna manera […] nosotros tuvimos en 2020 y 2021 dos años terribles”.

Y justo cuando pensó que había logrado establecer una estrategia de financiamiento para enfrentar la pandemia, vino la tercera crisis: la guerra en Ucrania y sus secuelas económicas.

Estábamos en rojo,” comenta Alexander.

Ciudad de Panamá / Foto/Archivo

El costo de las crisis

Lo que más duele […] es que hubo pérdidas nacionales irrecuperables durante la pandemia. Una de ellas fue […] la pérdida de la construcción de capacidades de nuestra población en materia educativa”, lamenta Alexander en su discurso.

Es una pérdida nacional. Eso se fue”.

Y ahora queda la gran pregunta de cómo recuperar tal pérdida.

Sobre qué hombro va a recaer [el costo,] eso es todo siempre un tema de debate nacional”.

El presidente de la República, Laurentino Cortizo. / Cortesía de @@NitoCortizo

El argumento de la recuperación

No obstante el panorama oscuro, Alexander presenta una visión de que, en parte gracias a su gestión, Panamá ha dado el giro correcto y que nos encontramos en una buena ruta.

Su argumento se fundamenta en cuatro puntos: una fuerte recuperación económica, la generación de empleos formales, una continua reducción en la pobreza y una tasa de inflación relativamente baja.

Panamá tuvo una de las mejores recuperaciones y más atractivas recuperaciones que se pudo haber dado en cualquier lugar”, celebra Alexander.

¿La razón? Se trata de un cambio en la tendencia de la economía, pasando de una desaceleración o ralentización antes de la pandemia, a una aceleración posterior a ella.

Estamos cambiando la tendencia”.

Ya la recuperación está implicando que para este año y los próximos, se espera que podamos crecer a no menos de cinco [por ciento]”.

Aquí cabe preguntarse qué tanto del repunte del producto interno bruto (PIB) obedece a la inclusión en el mismo de la exportación de cobre de la mina en Donoso —un valor en los miles de millones— y al cambio del año base de cómputo del PIB, el cual pasó este año de 2007 a 2018.

Para reforzar su argumento, Alexander fue rápido en mostrar los avances de Panamá en comparación al resto de la región y el mundo. La tasa de crecimiento proyectada del país —por encima del 5% a mediano plazo— está por encima del promedio global y el de América Latina.

La región está llena de problemas,” apuntó Alexander. “Nada más hay que ver qué está pasando de Argentina para arriba”.

La estrategia del crédito

Se habla mucho del aumento de la deuda y de que nosotros hemos aumentado tanto la deuda,” comentó Alexander en su presentación.

Los países de la Unión Europea y Estados Unidos: ¿qué pasó con ellos? Ellos tiraron mucha liquidez al sistema y ahora parte de esa inflación que se está dando en Europa y Estados Unidos se debe a esa gran liquidez que echaron al mercado durante la pandemia”.

¿Qué hicimos nosotros? Yo lo dije ya: pedí prestado. ¿La estrategia cuál fue? Sí, pedí prestado”.

Aquí Alexander agradeció a los diputados de la Asamblea Nacional, ya que fueron ellos quienes le autorizaron un aumento del límite del déficit presupuestario —que regula la cantidad de deuda que puede ser adquirida en un año— de 1.75% del PIB a 10.5% durante el 2020.

“¿Qué pasa si nosotros no hubiéramos hecho eso? Yo no me imagino la situación que tendríamos ahora mismo,” dijo.

La magnitud del aumento no fue menor.

Si suman [las autorizaciones del déficit de 2020 y 2021] estamos hablando de $9,000 millones nada más de financiamiento extra. Pero si a eso le sumamos lo que pedimos prestado también para pagar las amortizaciones […] estamos hablando de casi $20,000 millones. ¿Usted sabe lo que es ir al mercado y buscar casi $20,000 millones en dos años? No es fácil”.

Ese dinero, según Alexander, fue “para inyectarlo a la economía. Lo hicimos a través del gobierno, lo hicimos a través del sistema financiero”.

Aquí Alexander defendió vehementemente el monto de su alza en la deuda.

Si lo queremos medir como lo están midiendo, en diferentes administraciones, bueno, en las últimas dos administraciones [de 2009 a 2019], la deuda creció en 183%. Casi se duplica”.

La administración de Alexander, argumenta él, subió la deuda en 55%, comparativamente menor.

Y eso no es todo. 

Alexander también rehúsa que se le asigne el aumento de deuda de 2019 como suyo.

¿Por qué yo agarro 2019 y lo atribuyo al gobierno anterior? […] Es todo lo que nosotros heredamos […] más de $1,800 millones en deuda, obligaciones que pusimos en orden, la caída de los ingresos, el déficit enorme”.

“El segundo semestre nuestro [de 2019] más que todo fue manejar una dinámica y un impulso que venía del gobierno anterior. Por eso yo digo entonces: no, no, no, no. Toda esa deuda que se crea en el segundo semestre [del 2019], se la atribuyo a ellos”.

“Muy discutible, yo lo sé. Pero lo puedo defender”.

Y a todo esto, ¿a dónde se fue el dinero?

Según las cifras de Alexander, en el periodo que va desde 2019 hasta 2024, el Gobierno Nacional habrá destinado más de $13,000 millones en políticas anti-cíclicas, es decir, políticas dirigidas a estimular la economía nacional.

Alexander argumenta que aquí es donde se ha destinado la mayor parte de los recursos de la nueva deuda contraída por su administración, llevándose entre 50% y 60% del total recibido en préstamo por el país, dependiendo de los años que se cuenten.

“Si nosotros excluyéramos la deuda que se incurrió adicional por razón de la política anti-cíclica, la deuda habría crecido […] en 20% [en vez de 55%]”.

El pago de planillas

Es importante notar aquí el aumento del gasto en la planilla. Entre 2020 y 2024, se habrán pagado casi $20 mil millones en planilla del Gobierno Central.

En 2019, tal planilla se llevaba $3,200 millones. Para 2021, ya estaba en $3,700 millones. Y el año corriente superó los $4,000 millones.

Incluso Alexander se muestra escéptico de la necesidad del aumento de la planilla.

Ese crecimiento se explica por las leyes especiales”, dice.

Se refiere a los procesos fijos de alza salarial que favorecen, principalmente, a los funcionarios del Ministerio de Educación (MEDUCA), el Ministerio de Seguridad y la Caja de Seguro Social.

Es asombroso […] durante los períodos difíciles que nosotros hemos pasado, todos los años hubo que hacerle frente […] al aumento que se daba por leyes especiales. Y bueno, se les hizo frente”.

Factores de la recuperación

Según los datos del ministro, los drivers o sectores de impulso de la economía para salir de estas tres crisis son el comercio, la construcción y el transporte.

Gracias a estos drivers, se ha visto, según Alexander, una mejoría en el tema de empleos. “Yo siempre digo que la demanda de trabajo es una demanda derivada. La demanda de trabajo se deriva de lo que está pasando en las empresas”.

Precisamente por este rol central que juegan las empresas, Alexander hizo establecer el programa llamado Defensa del Tejido Productivo. Este programa ha recibido autorizaciones por $460 millones, de los cuales ha desembolsado $300 millones a más de 4,800 pequeñas y medianas empresas.

Este esfuerzo ha preservado, según los cálculos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), alrededor de 35 mil empleos.

“Lo interesante es que la morosidad en este programa […] es baja, [el programa] está pagando bien. Es bien interesante esa parte”, dijo el ministro.

Con esta frase, dio un espaldarazo notable al crédito y la reputación de las micro y pequeñas empresas, ya que indicó que estas dos categorías habían recibido casi el 80% de los fondos del programa, mientras que un 20% fue a las empresas de tamaño mediano.

No obstante éste y otros esfuerzos, Alexander reconoce que todavía “hay mucha tarea que hacer” ya que la tasa de desempleo para 2023, al menos según cifras oficiales, será de alrededor del 8%, cuando antes de la pandemia estaba en 7%.

Inflación y pobreza

Durante su discurso, Alexander repasó dos de los puntos de su argumento —de que Panamá se encuentra en una buena ruta— con bastante velocidad, la inflación y la pobreza, explicando que no quería hacer su presentación muy larga.

Aquí quizás sería útil valernos de otra voz.

El economista Raul Moreira hizo referencia a la baja inflación en el programa Mesa de Periodistas de TVN del 21 de junio pasado.

El índice de precios [al consumidor] (IPC) fue 0.4% en el mes de mayo”.

“Y 0.4% parece ser una cosa pequeña, pero se suma a 27 meses de crecimiento continuo del índice de precios al consumidor. No hay un mes en el que el IPC haya disminuido en relación al año anterior. Eso hace que desde marzo de 2021 hasta mayo [de este año] —la última cifra— el índice de precios haya crecido por […] 63%”,

Por eso es que la gente siente que efectivamente las cosas están caras, porque todo ha subido y no ha habido tregua”.

“Cuando entras a ver cómo está compuesto eso, ves que alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo un crecimiento de 4.2%. Y eso está tocando algo que es la alimentación, tan sensible para el ser humano”.

Y es peor aún cuando ves lo que es vivienda, agua y electricidad, que creció 10.9% en el mes de mayo […] y la tarifa eléctrica creció 41%”.

Cuando se publica la cifra que dice 0.4%, que es bajo, y yo estoy diciendo que está subiendo la vivienda y la tarifa eléctrica, ustedes me preguntan, ¿qué es lo que está disminuyendo entonces?”.

Para sorpresa, lo que está disminuyendo más significativamente es el precio de combustible para automóvil, que disminuyó 27%. Y eso responde en gran parte al tema del subsidio que se ha estado otorgando al consumidor del combustible por el Gobierno Nacional”.

En resumen, dice Moreira, “una medida del gobierno está ocasionando que el índice de precios, obviamente, se mantenga bajo”.

Sobre la reducción de la pobreza, Alexander mostró una gráfica donde se ve la caída de la misma de casi 40% de pobreza general al inicio del siglo hasta el 20% en 2017. No obstante, la misma gráfica parece mostrar que la disminución de la pobreza se estancó en ese año, manteniéndose en alrededor del 20% desde entonces.

Resultados del censo

Alexander también aprovechó su discurso para mostrar algunos de los resultados más notables, para él, del reciente Censo de Población y Vivienda.

De acuerdo a las cifras que compartió, en los años entre 2010 y 2023, la tenencia de servicios sanitarios en viviendas particulares pasó de 60% a 80% del total. La cantidad de hogares con acceso al Internet saltó de 20% del total de hogares hasta el 70%. Y las viviendas particulares con acceso a servicios de recolección de basura pasó del 65% al 75%.

Además, mostró una división de la fuerza laboral por salario y nivel educativo. 

Según sus cifras, las personas que no han completado la educación primaria, ganan salarios promedios por debajo de los $500. Un título de secundaria incrementa el salario promedio a $750. Y al menos un año en la universidad lo sube por encima de los mil dólares.

Con una maestría, el salario promedio está por encima de los dos mil.

Es por esto que Alexander hace hincapié en el financiamiento educativo que distingue al proyecto de presupuesto de 2024.

Si nosotros eliminamos el servicio de la deuda del Gobierno Central, al gobierno nada más le quedan […] $10,900 millones, que es lo que se va a estar realmente asignando. Y de eso, el 33% está yendo […] al MEDUCA”.

Visiones del futuro

A su crédito, Alexander dejó sus números calculados hasta el 2024, cuando termina su periodo, dejando un panorama financiero del Estado bastante cambiado a cómo lo recibió.

Por ejemplo, se estima que los gastos corrientes del Gobierno Central —que para 2020 estaban en $8,000 millones anuales— quedarán en $10,000 millones anuales.

Alexander justifica el aumento, ya que calcula que la relación del gasto corriente a los ingresos corrientes —que en 2020 estaba en 120%— caerá hasta el 87% el próximo año.

Además, se prevé un aumento en la planilla.

Como mencionamos, el gasto en salarios del Gobierno Central superó los $4,000 millones el año presente. Y se espera que para el próximo, esté cerca de los $4,300 millones.

Por todo esto, el presupuesto solicitado para 2024 es de más de $32,700 millones.

Ahora bien, el ministro reveló durante su presentación que lo solicitado por las entidades del Estado al MEF fue, de hecho, por $38,000 millones.

Alexander también auguró que Panamá pronto estará saliendo de la lista del Grupo de Acción Financiera (GAFI), una de las tres listas punitivas en las que se encuentra el país. Se espera una visita de la GAFI a inicios de septiembre próximo y luego la salida de Panamá como decisión de la plenaria de la GAFI en París, Francia, en octubre.

Un último elemento, mencionado por Alexander, vale la pena destacar para cerrar la nota: la reciente decisión por Estados Unidos y Panamá de incorporar nuestro país a una cadena de suministro alternativa. Ésta, para proveer de procesadores de computadora a la potencia norteña y sus mercados asociados.

Panamá va a tener los microchips,” dice Alexander. “Quizás será uno de los motores de crecimiento […] para los próximos años”.

Todos estos elementos muestran sin duda que el ministro Alexander tiene la capacidad de mover el timón de la economía nacional. Su intuición financiera, acervo e ideas son notables. La pregunta que queda es si la dirección en la que ha apuntado la nave es la correcta.

Eso, como dice él, “es todo siempre un tema de debate nacional”.

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