El futuro de la pesca del atún rojo se juega a partir de hoy en Marrakech
El futuro de la pesca de los túnidos, y principalmente de su producto más emblemático, el atún rojo, se juega a partir de hoy en Marrakech, donde ha dado comienzo la reunión de la Comisión internacional para la conservación del atún atlántico (ICCAT, siglas en inglés).
Según explicaron a Efe fuentes españolas en la reunión, se da por seguro que se apruebe un incremento de las 23.000 toneladas de pesca anuales de atún rojo en todo el mundo hasta las 36.000 en el horizonte de 2020, una vez que el comité científico de ICCAT ha constatado el buen estado de las existencias del pescado tras nueve años de drásticas reducciones.
Sin embargo, el eje de las negociaciones, que durarán hasta el día 22, será cómo aplicar este incremento del 55%, si de forma igual en cada año (18% anual) o con medidas más conservadoras, como proponen los distintos grupos conservacionistas que han liderado la protección de la especie en los últimos años.
El atún rojo, cuyo principal consumidor mundial es Japón, sufrió en las décadas los 90 y 2000 una sobreexplotación que llevó a ICCAT a establecer en 2008 drásticas limitaciones en el número de barcos con derecho a pesca, en las cantidades admitidas y en los periodos de captura.
Las medidas parecen haber dado sus frutos y el comité científico de ICCAT ha dado su visto bueno para el aumento de las capturas, una medida que beneficiará sobre todo a la Unión Europea, ya que su flota pesca el 59% de las capturas mundiales del preciado atún.
España no solo es el país que más atún rojo captura dentro de la UE, sino que a nivel mundial es también el país con mayor cuota atunera: actualmente los barcos españoles tienen derecho a pescar 4.300 toneladas, y aspiran a subir a cerca de 7.000, pero no tiene negociadores propios, sino que se está incluida en la delegación europea.
Otro de los intereses de España en esta reunión de Marrakech, que durará hasta el día 22, es abrir la pesca del atún rojo a barcos artesanales no especializados (es decir, que viven de la captura de distintas especies), establecidos en toda la costa mediterránea y del Estrecho y que en 2008 fueron excluidos de las capturas.
En general, España trata de que la ampliación de las cuotas para el atún rojo se haga con criterios más abiertos y poder aumentarlas al máximo ya desde 2018, para lo que se enfrentan sobre todo a los sectores ambientalistas.
Estos sectores, con la organización ecologista PEW a su cabeza, han pasado de utilizar argumentos conservacionistas (una vez descartado el peligro para la especie) a los comerciales, insistiendo en que un aumento drástico de las capturas de atún rojo pueden hundir sus precios y descalabrar el mercado.
Aunque el atún rojo centra todo el interés en Marrakech, la reunión de ICCAT también tratará el futuro de otros túnidos menos mediáticos, como el bonito, el tiburón o el patudo.