Master Chef Celebrity
En vivo
El actor y entrenador físico Adam Turck, de 35 años, perdió la vida al intervenir para proteger a una mujer que estaba siendo agredida en plena vía pública.
Según informó el Departamento de Policía de Richmond, los hechos ocurrieron alrededor de las 10:00 a.m. en East Grace Street. Turck, que caminaba con su perro, presenció una fuerte discusión entre un joven de 19 años y una mujer. En un acto instintivo, se acercó para ayudar. El agresor respondió disparándole a quemarropa antes de quitarse la vida.
Al llegar a la escena, los agentes encontraron a dos hombres gravemente heridos. Las autoridades confirmaron que el joven se había disparado tras atacar al actor.
Adam Turck era una figura muy querida en la escena teatral local. Fue nominado varias veces a los Theatre Community Circle Awards y en 2018 ganó el premio a Mejor Actor por su papel en la obra Hand to God. Recientemente había participado en la producción Smoke del Cadence Theatre y se preparaba para interpretar el papel principal en Dracula: A Comedy of Horrors, programada para este otoño en el Richmond Triangle Players.
Te puede interesar: Brad Pitt enfrenta uno de los golpes más duros de su vida ¿Quién murió?
Te puede interesar: 'La Pasión de Cristo': Fecha de estreno de la esperada secuela está lista y se divide en dos
Fuera de los escenarios, Turck trabajaba como entrenador en el gimnasio Tequila & Deadlifts, donde era reconocido por su carisma, su energía positiva y su compromiso con el bienestar de los demás.
“Tenía una energía que iluminaba cualquier sala”, expresó un compañero de teatro en redes sociales. “En el escenario era brillante, pero fuera de él, era aún más extraordinario”.
La familia del actor confirmó que, en su última muestra de altruismo, donarán sus órganos para salvar otras vidas: “Adam puso su vida en riesgo para proteger a alguien que lo necesitaba… eso es lo que hacen los héroes”, declararon en un comunicado difundido por medios locales.
Amigos, colegas y vecinos han organizado vigilias y actos conmemorativos en su honor. También se han creado colectas para apoyar a su familia y campañas que exigen más medidas contra la violencia doméstica.
“Adam representaba lo mejor de nosotros: el arte, la compasión, la valentía”, dijo un amigo cercano. “Murió haciendo lo correcto. Esa será siempre su mayor obra”.
Aunque no era una estrella de Hollywood, Adam Turck dejó una huella imborrable en su comunidad. Su historia, que ha recorrido el país a través de redes sociales y medios de comunicación, se ha convertido en un símbolo de heroísmo civil.
El actor no deja hijos ni pareja, pero sí una comunidad que lo considera familia y que lo recordará como un hombre que encarnó la empatía y el valor hasta su último aliento. Como señalaron varios homenajes en línea: el heroísmo no siempre lleva capa; a veces, solo se necesita un corazón dispuesto a actuar.