Daniel Radcliffe confesó que estaba “un poco muerto” mientras grabó Harry Potter

Harry Potter

El actor Daniel Radcliffe.
El actor Daniel Radcliffe. / Efe

Daniel Radcliffe reveló que durante la filmación de una de las películas de Harry Potter estaba “un poco muerto”, refiriéndose a que para entonces sufría una dependencia grave hacia el alcohol.

El actor, quien ha sido uno de los más aclamados por darle vida a ‘El niño que vivió’, durante ocho películas que emulan los siete libros de una de las sagas más vendidas en el mundo y traducida a varios idiomas, relató que no lo pasó del todo bien en su salud durante la grabación de ‘Harry Potter y El Misterio del Príncipe’.

En entrevista con The Athlantic dijo que batalló contra el alcoholismo a temprana edad durante el 2009, pero también reveló cuál fue el motivo por el que esta droga, socialmente aceptada, lo invadió y pudo tener control sobre él: “Tenía una idea muy romantizada de esos viejos actores que siempre estaban molestos, y había todas esas historias sobre ellos y eran muy divertidas”, dijo el actor.

Su deseo por encajar en el estereotipo de algunos actores de época fue quizá incentivado por la desinformación y falta de consciencia en su salud, sumado al hecho de que una vez dentro es más complejo aceptar que se padece de alcoholismo. Aun así, la mayor parte del tiempo sufría de ansiedad: “La vida era una sensación constante de ‘¿Qué he hecho?’ Tenía una sensación de pánico interno cada vez que sonaba mi teléfono”, reveló.

Considera que pudo haber hecho un mejor trabajo a sus 19 años, cuando grabó la película. Ya que reconoce que le cuesta verla sin sentirse mal por el papel que hizo sabiendo que en el fondo estaba sufriendo su apego hacia el alcohol: “No puedo ver esa película sin sentirme un poco muerto detrás de los ojos. Y estoy seguro de que eso es una consecuencia de beber”, puntualizó.

Radcliffe confesó que durante su alcoholismo sentía la viva necesidad de abandonarlo y “dejar de meterse en problemas y sentir miedo”.

Por este motivo, durante el 2011 tomó la decisión de revelar su enfermedad a la prensa británica con la idea de que ello aseguraría que al momento de descubrirlo no fueran rumores extraños y distorsionados, sino más bien una aceptación y deseo de cambio lo que él quería: “De todos modos algo podría salir a la luz, así que quería intentar adelantarme a eso”, dijo.

Sin embargo, esto fue más difícil de lo que él esperaba: “cuanta más información das, la gente plantea más preguntas”, concluyó.

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