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El presidente de Estados Unidos Donald Trump desató una nueva polémica tras criticar duramente la decisión de la NFL de elegir al boricua como artista principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2026, que se celebrará el próximo 7 de febrero en Santa Clara, California.
Durante una entrevista en el programa Greg Kelly Reports, transmitido en Newsmax, el mandatario calificó la elección como un error por parte de la liga deportiva. “Nunca he oído hablar de él. No sé quién es, no sé por qué lo hacen. Es una locura. Me parece absolutamente ridículo”, declaró Trump con tono despectivo, dejando claro que desconoce la magnitud del fenómeno global en el que se ha convertido el cantante puertorriqueño.
Además de cuestionar la presencia de Bad Bunny en el evento más visto de la televisión estadounidense, Trump reiteró su inconformidad con ciertas reglas recientes de la NFL, en particular con el cambio en la patada inicial. “Es ridículo. No es más seguro que la patada inicial normal. Se ve terrible. Creo que realmente denigra el fútbol americano”, afirmó el mandatario, vinculando la calidad del deporte con el show de medio tiempo.
Las palabras del presidente no tardaron en encender la polémica, especialmente entre los sectores más conservadores. Desde el anuncio oficial, varias voces republicanas han criticado que el artista principal del Super Bowl sea un hispanohablante, cuestionando que gran parte de sus canciones estén en español.
La controversia aumentó cuando Corey Lewandowski, asesor del Departamento de Seguridad Nacional, aseguró que durante el desarrollo del espectáculo se desplegarían agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Estas declaraciones generaron preocupación por posibles redadas migratorias en torno al evento deportivo.
No obstante, la Casa Blanca salió al paso y aclaró que, hasta el momento, “no había planes de operativos migratorios durante el Super Bowl de Bad Bunny”. Aun así, la amenaza de utilizar un espectáculo deportivo como escenario de tensiones políticas no ha pasado desapercibida.
Lejos de mostrarse intimidado por las críticas, Bad Bunny aprovechó su participación como artista invitado en el programa Saturday Night Live para responder con humor y seguridad. El puertorriqueño se dirigió a los detractores que han cuestionado su rol en el Super Bowl: “Si no han entendido lo que acabo de decir, tienen cuatro meses para aprender (español)”, afirmó en inglés, arrancando aplausos del público.
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Durante su monólogo, también protagonizó escenas cómicas que incluyeron una adaptación de la icónica serie mexicana El Chavo del Ocho, demostrando su versatilidad cultural y su conexión con distintas audiencias.
El Super Bowl no solo es un evento deportivo, sino un escaparate cultural seguido por millones de personas en todo el mundo. La elección de Bad Bunny como protagonista del espectáculo de medio tiempo confirma el impacto internacional del reguetón y la música latina.
Mientras Trump insiste en que la decisión es un error, para la industria musical y la comunidad latina en Estados Unidos el anuncio representa un paso histórico hacia la diversidad y la inclusión en un escenario que tradicionalmente ha estado dominado por artistas angloparlantes.
Con su estilo provocador y directo, Bad Bunny parece decidido a no dejar que la política opaque su triunfo artístico. La cita del próximo 7 de febrero será, sin duda, mucho más que un show musical: se convertirá en un símbolo de la tensión entre el poder político, la cultura popular y la creciente influencia latina en el entretenimiento global.