Bocas del Toro: Se empiezan a restablecer los servicios de telecomunicación tras fin del estado de urgencias

Anoche a las 11:59 p.m., el estado de urgencia que había sido decretado en la provincia de Bocas del Toro desde el pasado 20 de junio llegó a su fin.

Durante 10 días, la provincia estuvo incomunicada, ya que, además de que se suspendieron las garantías constitucionales de los artículos 21, 22, 26, 27, 29, 37 y 38 debido a los actos vandálicos que resultaron en la destrucción de locales comerciales e instituciones del Estado, se suspendieron los servicios de internet y telefonía para la población.

Esta mañana, la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) emitió un comunicado en el que informó que desde las 12:01 a.m. de este lunes 30 de junio se procedió a restablecer estos servicios que fueron interrumpidos de manera temporal en atención al Decreto Gabinete No. 28.

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Para atender a la golpeada provincia, un convoy humanitario de más de 69 camiones con alimentos, gas y combustible ingresó el domingo, con el objetivo de abastecer supermercados y estaciones de servicio ante la escasez provocada por los cierres de vías.

La acción fue organizada por la Cámara de Comercio de Bocas del Toro, la Cámara de Comercio de Changuinola y la Cámara de Turismo, con el respaldo del Gobierno Central, estamentos de seguridad y la Embajada de Panamá en Costa Rica. En Changuinola, conductores forman largas filas para poder abastecerse de combustible.

El panorama que se observaba en las calles tras la llegada de insumos eran largas filas de todo tipo de vehículos para comprar combustible.

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En materia de agua potable, el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) desembarcó una carga de 400 sacos de químicos en el puerto de Almirante para mantener la calidad del agua en las 5 potabilizadoras de la provincia.

Por su parte, el Ministerio de Salud (Minsa) anunció un plan integral que contempla una inversión por 15,415,840 dólares para garantizar la continuidad de los servicios sanitarios en la región, tras los daños ocasionados por los recientes disturbios y bloqueos que afectaron la región.

Durante este estado de urgencias, en el que se estableció un toque de queda general en Changuinola y se interrumpieron las telecomunicaciones, se detuvo a más de 300 personas, entre ellas menores de 18 años de edad.

La escalada de violencia afectó a toda la población; se vandalizaron instituciones gubernamentales y locales del comercio privado. De acuerdo con las autoridades, quienes ejecutaron estos hechos son miembros de pandillas ya identificadas y no están relacionados con las protestas sociales iniciales.

Desde el pasado martes, Changuinola se encuentra en una tensa paz en la que parece que todo vuelve a la normalidad, aunque aún se mantienen algunos cierres de personas que protestan contra la Ley 462 que reforma la Caja de Seguro Social.