Situación geopolítica con EEUU representa una amenaza a la estabilidad económica de Panamá, advierte analista
Para el analista, aunque Trump ha asegurado que no se invadirá a Panamá, hay otras herramientas económicas que son sumamente preocupantes, de las que puede hacerse para reprimir al país.
Ciudad de Panamá/Un pronunciamiento individual y no en conjunto se dio por parte del presidente de la República, José Raúl Mulino y del secretario de Estado de Estados Unidos (EE.UU.) Marco Rubio. Lo que, en vez de calma, ha causado mayor ansiedad entre quienes miran de cerca la tensión geopolítica, al parecer aún latente, entre Panamá y el gobierno norteamericano.
El analista político, Rodrigo Noriega, expresó sentirse frustrado y preocupado tras los resultados del encuentro entre Rubio y Mulino, porque desde su perspectiva al mandatario panameño “le están tomando el tiempo en su buena fe”.
Puede leer: Trump insiste en que EEUU va a 'recuperar' el canal de Panamá o 'algo muy potente va a suceder'
Desde la óptica de Noriega, si el equipo de comunicaciones de Presidencia sabía de antemano que no iba a emitirse un comunicado en conjunto, lo primero que debieron hacer es proteger la dignidad del presidente de la República, evitando que se viese manchada o cuestionada por el supuesto rejuego que, dijo, efectuó el gobierno de los Estados Unidos durante la reunión bilateral.
Según Noriega, Rubio esperó a ver qué decía Mulino en su pronunciamiento a la nación, para salir a desmentirlo por la red social de X, después sacó un comunicado y finalmente lo remató el presidente Donald Trump advirtiendo que Estados Unidos va a "recuperar" el canal de Panamá" o "algo muy potente va a suceder".
Nos van a llevar en el carrito… Panamá usualmente tuvo muy buena relación con los republicanos y demócratas y sabía cómo llevar el asunto, pero esto, por el contrario, es una amenaza directa a la estabilidad económica de Panamá",
Nota relacionada Rubio: 'EEUU no permitirá' que China crezca sobre el área del canal de Panamá
Una de las cuestiones centrales del encuentro fue la creciente presión estadounidense sobre la gestión de los puertos de Panamá, particularmente la relación con las inversiones chinas.
El presidente Mulino, en su declaración, mencionó que la Contraloría General de la República lleva a cabo una auditoría sobre el manejo de los puertos, un proceso que podría traer consecuencias legales y económicas. Noriega expresó su preocupación sobre las posibles presiones para cambiar el control de los puertos y la implicación de intereses de empresas estadounidenses, lo que podría generar un conflicto de intereses y afectar la estabilidad económica del país.
Además, el analista destacó la situación de los inmigrantes detenidos por las políticas migratorias de Estados Unidos, lo que ha llevado a Panamá a recibir a cientos de deportados.
La instalación de un centro de migrantes en Metetí, en la provincia de Darién, genera temor por una posible crisis humanitaria. Noriega advirtió que la gestión de estos inmigrantes podría convertirse en una carga social y económica para Panamá, y criticó la política de "tercerización" del problema por parte de Estados Unidos, que traslada su crisis migratoria al territorio panameño.
Otro tema crucial fue el fin de la ruta de la seda y los acuerdos comerciales con China. Noriega señaló que este distanciamiento de Panamá de China parece ser una estrategia para evitar tensiones con Estados Unidos, que ha mostrado su desconfianza hacia empresas chinas, incluso llegando a presionar sobre el futuro de algunos proyectos de infraestructura en Panamá, como el cuarto puente sobre el Canal.
La visita también trajo consigo tensiones sobre el canal de Panamá. En las últimas horas, se conoció que la Autoridad del Canal había comunicado al gobierno estadounidense su disposición de colaborar con la Marina de Guerra de Estados Unidos para optimizar el tránsito de sus buques. Sin embargo, Noriega fue contundente al afirmar que Estados Unidos ha sido un actor privilegiado, pagando cantidades irrisorias por el uso del Canal, lo que calificó como una forma de manipulación de la opinión pública.
La reunión no estuvo exenta de simbolismos. Marco Rubio, quien se mostró distante y relajado durante su visita, transmitió, según Noriega, un mensaje claro: la situación de Panamá no es una prioridad para Estados Unidos, lo que se reflejó en su comportamiento y en la falta de urgencia para abordar los temas más conflictivos de la agenda bilateral.
Un llamado a la acción multilateral
El análisis de Noriega concluyó con una recomendación clara: Panamá debe adoptar una estrategia multilateral para enfrentar las presiones que provienen de Estados Unidos. Aseguró que el gobierno panameño necesita establecer una red de aliados internacionales, entre ellos países como México, Brasil, Canadá y Alemania, para contrarrestar cualquier presión unilateral y defender sus intereses en el escenario global.
En este contexto, la visita de Marco Rubio subraya la complejidad de la diplomacia internacional para Panamá, un país que se encuentra en una encrucijada de intereses económicos, políticos y geoestratégicos.
A medida que se esperan más pronunciamientos oficiales, la situación continuará evolucionando, pero lo que queda claro es que Panamá deberá ser cuidadoso al manejar sus relaciones internacionales, especialmente cuando se trata de un actor tan influyente como Estados Unidos.