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Economista cuestiona el presupuesto: 'Está inflado' y 'no tiene plan de austeridad'

Al ser consultado sobre el principal desafío fiscal de Panamá, Bazán fue enfático: "Aquí se necesita priorizar."

Ciudad de Panamá, Panamá/El economista Ernesto Bazán ha calificado el proyecto de Presupuesto General del Estado, que asciende a $34.901 millones, como "inflado" y ha denunciado una "falta de austeridad" en su confección. Las declaraciones de Bazán, realizadas en Noticias AM por los recortes presupuestarios en sectores clave como educación y salud, señalan serios "errores de arquitectura y diseño" en la propuesta del Ejecutivo.

La controversia del presupuesto se centra en la aparente despriorización de áreas sociales, la cual ha provocado que la Asamblea Nacional analice una resolución para redistribuir los recursos. En este contexto, el economista Bazán ofrece una visión crítica de la situación fiscal del país.

Presupuesto "inflado" y sin plan de austeridad

Para Bazán, la principal preocupación es la ausencia de un verdadero plan de austeridad. El experto subraya que la austeridad no se trata simplemente de gastar menos, sino de "no despilfarrar recursos" y "establecer un orden de prioridades", algo que no se refleja en la propuesta actual.

"El presupuesto, una vez más, toma el carácter de controversial... Lo primero tiene que ver con la austeridad. No hay un plan de austeridad", afirmó Bazán.

El segundo punto crucial es el monto global del presupuesto. Al pasar de $30.000 millones (cifra que ya consideraba inflada el año pasado) a los $34.901 millones actuales, el economista estima que hay una sobreestimación de ingresos.

"Es un presupuesto inflado... Yo he observado que los ingresos tributarios están inflados en más o menos 2 mil millones de dólares", señaló, al contrastar las proyecciones de recaudación del presupuesto con las realidades fiscales que arroja el desempeño de la economía panameña.

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Este presupuesto, según Bazán, tiene una consecuencia directa en la deuda pública: "El presupuesto inflado lo que hace es que nos genera déficit y el déficit hace que tengamos que salir a tomar deuda y la deuda hace que tengamos que pagar intereses". El costo de esta deuda podría rondar los $4.000 millones anuales solo en pagos de intereses, recursos que se restan a los servicios sociales.

Cuestionamientos a la inversión y capacidad de ejecución

Una parte significativa de la crítica de Bazán se centra en el presupuesto de inversiones, particularmente en el sector educativo, que debe contemplar un mínimo del 7% del Producto Interno Bruto (PIB). Si bien la inversión es crucial, el economista cuestiona la capacidad del sector de Educación para ejecutar los fondos.

"Tenemos en todo el presupuesto de inversiones; por lo menos las dos terceras partes aproximadamente van al sector de educación, pero son inversiones, no son gastos", explicó. Sin embargo, advierte sobre una "reducida capacidad de ejecutar esas inversiones" (como la construcción de escuelas), lo que genera un sobrante presupuestario.

Esta inejecución, sumada a la falta de prioridades claras (como la necesidad de ordenar primero la casa en el sector educativo antes de construir nuevas escuelas), lleva al siguiente problema: el "traslado de partidas".

"Si no se ejecuta, queda sobrando un presupuesto... el próximo año, algunas entidades que se quedaron cortas en presupuesto le pueden echar mano a aquellos rubros que no han sido debidamente ejecutados, con lo cual terminamos gastando los 34 mil millones", afirmó Bazán.

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Los desafíos y la priorización

Al ser consultado sobre el principal desafío fiscal de Panamá, Bazán fue enfático: "Aquí se necesita priorizar."

Para él, la priorización es la clave de la austeridad, ejemplificando con el contraste de recortes en salud y educación versus gastos como la remodelación de una vía diplomática por más de $7 millones.

El economista también abordó la problemática de la recaudación, señalando que el enfoque debe estar en reducir la evasión y las exoneraciones, especialmente en un contexto de aumento del desempleo. El verdadero dinamismo económico, insistió, se mide por el nivel de empleo, que es el motor del consumo, las ventas empresariales y, finalmente, una mayor recaudación fiscal.

Criticó la aparente "improvisación" en la planificación del presupuesto y señaló directamente al Ministerio de Economía y Finanzas por no impulsar la suspensión temporal de leyes que generan distorsiones, como la del 7% del PIB para educación o la de aumentos automáticos.

"Es muy sencillo, si usted se queja de esa ley... haga lo que tiene que hacer el gobernante. Presente usted su proyecto de ley solicitando la suspensión temporal de esa ley", concluyó Bazán, instando a las autoridades a tomar medidas convenientes para el país.

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