Janet Jackson exigió a Tupac Shakur una prueba de sida antes de filmar un beso en 'Poetic Justice'
El rodaje de en 1993 fue mucho más complejo de lo que mostraba la pantalla.
La película, que unió a Janet Jackson y Tupac Shakur bajo la dirección de John Singleton, se convirtió en un símbolo cultural de los años 90, pero también en escenario de tensiones, desigualdades y un episodio que aún hoy sigue dando de qué hablar: la solicitud de Janet Jackson para que Tupac se realizara una prueba de sida antes de filmar una escena de beso.
Basado en fragmentos del libro Only God Can Judge Me: The Many Lives of Tupac Shakur, del periodista Jeff Pearlman, publicado en The Hollywood Reporter, el incidente dejó al descubierto las diferencias personales y profesionales entre dos de las mayores figuras del entretenimiento estadounidense.
La producción de Poetic Justice duró tres meses en California y, desde el inicio, la convivencia entre los protagonistas estuvo marcada por tensiones. Aunque la prueba de pantalla entre Jackson y Shakur convenció al equipo por la aparente química entre ambos, el ambiente en el set pronto se tornó tenso.
Janet Jackson, en la cima de su carrera musical, gozaba de privilegios propios de una superestrella: llegadas en helicóptero, camerino exclusivo y un salario millonario. Según el actor John Cothran, “Él hizo claro que le molestaba que Janet ganara mucho más”. En contraste, Tupac, que por entonces daba sus primeros pasos en el cine tras Juice (1992), recibió menos de 100 mil dólares y una habitación modesta en el hotel donde se alojaba el equipo.
Mientras Jackson mantenía una estricta rutina profesional, Shakur mostraba un estilo más rebelde: improvisaba líneas, llegaba tarde e incluso asistía a rodajes bajo los efectos del alcohol o la marihuana, de acuerdo con testimonios del equipo de producción.
El punto de mayor tensión se produjo antes de grabar una de las escenas más esperadas: un beso entre los protagonistas. Tres días antes de la filmación, Janet Jackson convocó al coordinador de producción Nicolaides a su camerino, donde se encontraba con su entonces prometido, René Elizondo Jr..
La artista manifestó su preocupación por la reputación y el pasado amoroso del rapero. Según el adelanto del libro de Pearlman, Jackson fue directa: “No quiero intercambiar saliva con él hasta estar segura de que es saludable y está limpio”.
Aunque el director John Singleton se negó a involucrarse, Janet insistió en que su solicitud fuera transmitida a Tupac: debía hacerse una prueba de sida antes de filmar el beso.
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Cuando recibió el mensaje, Tupac reaccionó con incredulidad y enfado. Según Nicolaides, su respuesta inicial fue: “¿Estás bromeando?”. Al confirmarse que la solicitud era real, Shakur respondió de manera tajante: “No voy a hacer ninguna prueba para esa p*rra. Dile que se vaya al diablo”. Ante una nueva insistencia, reiteró: “Claro que no”. El coordinador recordó años después: “Honestamente creo que le resultó gracioso. Y la verdad es que no puedo culpar a Janet por pedirlo. Era a inicios de los 90 y la gente seguía muriendo de sida. Y Tupac, con razón o sin ella, tenía una reputación”.
El episodio nunca se resolvió de manera pública. Tupac Shakur no se realizó la prueba, y las tensiones entre ambos se mantuvieron hasta el final del rodaje. Sin embargo, el profesionalismo de ambos permitió que la película se completara sin mayores incidentes visibles.
Poetic Justice, que también contó con las actuaciones de Regina King y Joe Torry, se estrenó en julio de 1993. Aunque las diferencias personales marcaron el rodaje, el filme se consolidó con el tiempo como un clásico del cine afroamericano de los noventa, recordado tanto por su estética poética como por la intensidad de las actuaciones.
A más de tres décadas de su estreno, la anécdota entre Janet Jackson y Tupac sigue revelando las tensiones entre fama, poder y vulnerabilidad en Hollywood. Lo que ocurrió detrás de cámaras en Poetic Justice no solo habla de dos artistas en mundos distintos, sino también de una época en la que el miedo al sida aún definía los límites del contacto humano incluso dentro del arte.