Cuidado | La obsesidad afecta el desempeño sexual en hombres y mujeres

Salud

No tratar la obesidad de manera oportuna desde la niñez, puede tener grandes consecuencias durante la vida adulta.
Estudio revela que la obesidad afecta el desempeño sexual

Un estudio reciente reveló que la relación entre la obesidad y el sexo pueden ser generadores de disfunción sexual en las mujeres y en los hombres. En un claro avance por lograr esclarecer cuál el mejor método para combatir los estereotipos de belleza, que son un ítem dentro del estudio, con la finalidad de que factores como las tallas de más no afecten el placer.

Según el análisis del sexólogo y psicólogo José Manuel González, las mujeres de tallas grandes sufren de intranquilidad cuando tienen una pareja con la que quieren tener relaciones sexuales: “Les dicen que se tapen los ojos mientras se desvisten, piden apagar la luz y temen ser tocadas en los puntos de su cuerpo que menos les favorecen…”, asegura el profesional.

Pero a esta descripción, generalmente, se le suman otros argumentos, como el hecho de que, según los estudios, la mayoría de los encuestados masculinos admitan una mujer de talla grande tiene menos posibilidades de conseguir pareja que una delgada y paralelamente haya hombres que les gusta tener sexo con la mujer de talla grande pero no lo admiten públicamente.

“El varón es mucho más exigente con el físico. La mujer, en cambio, puede inclinarse hacia otros atributos emocionales o de personalidad”, añade el psicólogo, estableciendo que ese es un factor importante que entra en juego en las elecciones de pareja.

Cabe añadir que la pandemia del 2020, desató subidas de peso a nivel global, derivadas al cambio de hábitos a los que las personas se vieron obligadas a tener:  “El común denominador era no sentir deseo sexual, por muchas circunstancias, pero después de meses de encierro, empezaron a surgir otros factores como inconformidad con el cuerpo (muchas ganaron peso por la falta de actividad física y la comida), inseguridad, baja autoestima y estar inconforme con el cuerpo por una ganancia de peso y sentirse insegura durante el acto sexual, lo que llevaba a problemas de pareja”, asegura el sexólogo.

Y a su vez, coincide con otros profesionales a que la obesidad influye en factores psicológicos como la inseguridad, la depresión, la baja autoestima, etc, por lo que hay que prestar atención más que a los estereotipos de belleza al factor salud.

Adicionalmente, sí hay ítems sexuales que se ven afectados por el favor de la obesidad, más allá que el del simple gusto o el de los estereotipos, como, por ejemplo, el hecho de que la obesidad entorpezca la circulación de sangre y ello promueva a que se impida la lubricación de las zonas genitales, la agilidad del cuerpo se vea diezmada, y el acceso a puntos clave como el clítoris y el punto G en el ser humano se entorpezcan y se dificulten.

Según el sexólogo, lo que hay que hacer en esos casos es: “Lo mismo que les digo a mis pacientes: si quiere tener una vida sexual plena, es conveniente que baje de peso, pero que acompañe ese proceso, con una terapia para subir la seguridad y la autoestima”, establece.

Según los Médicos del Diet and Fitness Center de la Universidad de Duke en Estados Unidos, un estudio reveló que la obesidad sí baja el rendimiento sexual, debido a que la grasa entorpece la circulación sanguínea, los vasos sanguíneos se bloquean por el colesterol dificultando la irrigación hacia el pene o clítoris y se producen problemas hormonales que reducen los estrógenos y testosterona.

“La obesidad hace difícil realizar actividades físicas, y el sexo es un ejercicio cardiovascular. A quienes están pasados de peso, el sexo les puede resultar extenuante y por ello pueden limitar sus encuentros sexuales o hacerlos breves y poco intensos, tratan de evitar algunas posturas porque les resulta incómodo y difícil”, establece el médico general Matías Campos. 

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