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Ciudad de Panamá, Panamá/En medio de las tensiones sociales que atraviesa el país, especialmente por la situación en Bocas del Toro, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, volvió a elevar su voz con un mensaje contundente de esperanza, unidad y responsabilidad compartida, durante la celebración de la fiesta del Corpus Christi en la catedral basílica Santa María la Antigua, en el Casco Viejo de la capital.
“La Eucaristía no está desencarnada de lo que vivimos como mundo y vivimos como país”, expresó el prelado, al reiterar con firmeza un llamado “a la sensatez y al diálogo responsable”. Dirigiéndose al pueblo panameño, enfatizó que el país se encuentra frente a una encrucijada crítica: “¿O permitimos que la confrontación nos desborde y nos divida aún más? ¿O apostamos como país por la sensatez, la cordura, el diálogo y el encuentro responsable?".
Ulloa destacó que las tensiones sociales, el desgaste institucional y los reclamos por justicia, transparencia y equidad no deben ser ignorados, pero sí canalizados con altura y propósito. “La calle ha sido eco de un pueblo que clama por cambios profundos, pero también debe ser el punto de partida para una transformación basada en la dignidad humana, el respeto mutuo y la responsabilidad compartida”.
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El arzobispo fue claro al señalar que todos los sectores del país tienen una cuota de responsabilidad en esta coyuntura histórica. “A todos, sin excepción, nos corresponde el deber histórico de priorizar al país por encima de cualquier interés político o económico. Panamá no puede seguir siendo rehén de los cálculos de poder, ni víctima del desgaste institucional”.
En su mensaje, pidió a educadores, trabajadores, productores, jóvenes e indígenas que sigan luchando por la justicia, pero “con respeto, con inteligencia colectiva y con la mirada puesta en el bien común”. Subrayó que la democracia se construye desde la unidad y no desde el enfrentamiento. “Panamá no se construye desde el odio ni desde el miedo, sino desde la unidad, la verdad, la justicia social y la participación activa”.
Ulloa también advirtió que “cerrar las puertas a la escucha equivale a prolongar el sufrimiento y profundizar las heridas de la nación”. Frente a la agudización de los conflictos, sostuvo que se necesita más que nunca “valentía para escucharnos, dignidad para respetarnos y humildad para construir en conjunto”.
“El futuro no se decreta, se dialoga, se acuerda, se construye entre todos, porque sólo desde el encuentro nace la esperanza”, sentenció. Y concluyó con una súplica espiritual en el contexto de Corpus Christi: “Dios bendice a Panamá, bendice a cada uno de nosotros, que podamos ser como tú, instrumento de reconciliación y diálogo. Para el cristiano, el arma más poderosa es la oración”.